¿Quién podría pensar que un día podríamos beber plástico? Esta inverosímil idea cruzó la mente del biólogo indonesio Kevin Kumala cuando, tras una década en Estados Unidos, volvió a su Bali natal y encontró que lo que antes eran paradisíacas playas se habían convertido en montañas de este material.
Kumala comenzó a investigar cómo fabricar productos biodegradables hasta que encontró una solución en la producción de bolsas de almidón de yuca, una planta abundante en Indonesia. Sus bolsas han pasado por tests de toxicidad oral. Para demostrarlo, el emprendedor introduce un pedazo en agua caliente que se disuelve en pocos minutos. Él mismo bebe de la mezcla resultante en un vídeo que se ha hecho viral en la red.
“[El producto] no está pensado para ser bebible o comestible”, explica el biólogo indonesio. “Lo que pretende demostrar es que se puede consumir por animales y se convierte en comida para ellos si acaba accidentalmente en el mar”.
Las bolsas de plástico fabricadas con derivados del petróleo tardan en degradarse entre 150 y 300 años, mientras que las bolsas de yuca se convierten en compost en un máximo de 100 días. Su precio es de cinco céntimos de dólar, tres céntimos más caras que las tradicionales.
Océanos
Los océanos se ahogan en una marea de plástico, tal como advierte un informe de 2016 realizado por fundación Ellen MacArthur y el Foro Económico Mundial. Actualmente se encuentran 165 millones de toneladas de este material y, al ritmo del consumo actual, el peso de los residuos tóxicos en 2050 será superior al peso de todos los peces del planeta.
El problema, sin embargo, parece evitable si somos respetuosos con el medio ambiente: solo un 14% de los envases se reciclan y son la mayor fuente de contaminación plástica en los océanos. Kumala considera que la solución radica en “reemplazar estos productos” por alternativas ecológicas porque es demasiado tarde para cambiar nuestros hábitos.
Su país, Indonesia, es un archipiélago de 17.000 islas que cuenta con el dudoso honor de ser el segundo más contaminante de plástico: produce 187,2 millones de toneladas de plástico cada año, frente a los 126,9 millones de toneladas de China.
La población indonesia crece a un ritmo acelerado a la par que los residuos plásticos. Al igual que países del sudeste asiático, la población ha adoptado apetito por algunos productos de estilo occidental, como las bolsas, botellas de bebida y otros artículos que producen mucha basura y no terminan en vertederos legítimos.
Fuente: EL PAÍS,