Se trata de un vertido de gasoil localizado ayer procedente de la instalación de la Estación de Servicio de Repsol en O Seixo y se estima que fueron vertidos 2.000 litros de gasoil.

Al igual que había ocurrido a comienzos del mes de septiembre pasado, cuando se virtieron intencionadamente en la ría 35.000 litros de queroseno, desde el mismo momento que se localizó el vertido, el personal y diversos medios terrestres y marítimos pertenecientes al Servicio de Guardacostas trabajan en la inspección de la zona y de los bancos marisqueros y colaboran en las labores de minimización. Cabe destacar que a día de hoy apenas se aprecia presencia de combustible en el agua.

Al detectar el vertido, la Xunta también movilizó a personal del Plan de Control de Vertidos, Protección Civil y a Aguas de Galicia, que tomó una muestra de agua para evaluar la carga de hidrocarburos. Además, como medida preventiva, el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino INTECMAR decretó ayer por la tarde el cierre cautelar a la extracción marisquera en toda la Ría de O Burgo, aunque la zona afectada es la comprendida entre A Ponte de O Burgo y Ponte Pasaxe. El objetivo es evitar que haya podido llegar al mercado productos marisqueros en condiciones no aptas para el consumo humano.

Aunque inicialmente no se detecta afición, el Intecmar realizará diversos análisis para evaluar si existe presencia de hidrocarburos en el molusco el próximo lunes y decidirá la apertura de la ría, total o parcial, en función de los resultados de estos análisis que se conocerán en un plazo aproximado de 10 días.

Cabe destacar que todo el molusco que fue extraído ayer por los mariscadores en la ría, antes de ser decretado su cierre cautelar, fue inmediatamente paralizado en las depuradoras en las que se encontraban siguiendo el protocolo de actuación de la Consejería de Sanidad para proceder a su control, por lo que queda totalmente controlada su salida al mercado.

Refuerzo de la vigilancia

El Servicio de Guardacostas está reforzando la vigilancia en esta zona para evitar el furtivismo y que, en este caso, se pueda poner en el mercado un producto que carecería de cualquier tipo de control o garantía. De este modo, los agentes, en colaboración con los de la Unidad del Cuerpo de Policía adscrita a la Comunidad Autónoma de Galicia (UPA) y con agentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, realizaron esta noche un operativo en O Burgo que se saldó con el decomiso de 34 kilos de almeja y berberecho y con la incautación de diversos útiles, entre ellos forquitas, capachos, cintos y calderos. Los agentes identificaron a un furtivo mientras otros 5 se dieron a la fuga al constatar su presencia.



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