Con esta publicaci´çon en el BOE, se abre un periodo de 6 meses para que todos aquellos que estén interesados puedan presentar observaciones y sugerencias que, una vez analizadas, podrían incorporarse al borrador del Plan. Tras este proceso de participación y debate público, el Consejo del Agua de la Demarcación del Tajo elevará el documento resultante al Consejo Nacional del Agua que, previo informe favorable, lo remitirá al Gobierno para su aprobación definitiva mediante Real Decreto.
El Ministerio, a través de la Confederación Hidrográfica del Tajo, ha establecido diversas vías de acceso para la consulta de los documentos que constituyen este proyecto de Plan, así como para la presentación de observaciones y sugerencias, tanto en formato digital en la página web del organismo de cuenca como en papel, disponible en la sede central de la Confederación Hidrográtfica del Tajo en Madrid.
400 actuaciones básicas y 4.075 millones de inversión
El programa de medidas recogido en el borrador del Plan Hidrológico propone un total de 394 actuaciones, el 62% destinadas a la mejora del tratamiento de aguas residuales y saneamiento, a las que se suman otra serie de medidas dirigidas a asegurar el abastecimiento urbano, la modernización de regadíos, o la mejora de cauces y riberas.
Se trata de una serie de actuaciones que requerirán una inversión estimada de 4.075 millones de euros para el periodo 2013-2027.
Ecologistas en Acción
De forma contraria, Ecologistas en Acción declara que el Tajo paga una vez más la guerra del agua; concretando declara, que el borrador del Plan no arregla, sino que incide en los principales problemas que afectan a esa cuenca.
En una primera valoración, Ecologistas en Acción considera que el plan carece de rigor y perpetúa el impacto del trasvase Tajo-Segura, la carencia de caudales y la mala calidad de las aguas. La guerra del agua entre Levante y Castilla-La Mancha, pasando por Madrid, la paga y la sufre el Tajo una vez más.
No habrá mejoras
El esquema de funcionamiento de la cuenca no mejora con el plan. Las novedades que se aportan son un mero maquillaje ante la realidad de una cuenca sobreexplotada y con un gravísimo deterioro de la calidad de las aguas.
Los caudales ambientales seguirán siendo escasísimos, muy por debajo de las necesidades ambientales y de uso de la cuenca, y no repercutirá en ellos ni un ápice el aumento de la reserva estratégica en Entrepeñas-Buendía que se fija en 400 hm3.
Se extiende así en el tiempo un sistema de explotación que estrangula las demandas, ambientales o no, del Tajo. Y se fija una reserva estratégica para intentar calmar ánimos, tal y como hizo Bono en su día. Y como ocurrió entonces, la medida será inútil al ser muy corta y no venir acompañada de un régimen de caudales que garantice un funcionamiento correcto del río.
Por otra parte, el cumplimiento de los objetivos de calidad de las aguas se demora hasta 2027, cuando debían lograrse en 2015, lo que condena al Tajo medio y bajo a seguir siendo receptor de las aguas mal depuradas del entorno metropolitano de Madrid y de Toledo.
Ecologista en Acción insiste en que es necesario que el Plan afronte una reducción progresiva y notable de las aportaciones desde el Tajo al Segura hasta su extinción, una reducción importante de los regadíos en el Tajo, el cumplimiento a más tardar en 2015 de los objetivos de depuración y el aumento significativo del caudal ambiental en Aranjuez, en Toledo y en Talavera de la Reina.