Activistas de Ecologistas en Acción y de la Federación Regional de Vecinos de Madrid (FRAVM) se encadenaron ayer 20 de enero a la cornisa del edificio de la oficina de usuarios del Canal de Isabel II de Madrid como protesta por la privatización de la empresa pública regional.
El suceso se produjo hacia las 11.00 horas. Los activistas, junto con un grupo de «solidarios», entre los que se encontraban varios delegados del comité de empresa de la compañía, se encadenaron a la cornisa, donde estuvieron cerca de una hora aprovechando la ausencia del guardia de seguridad del edificio, que se encontraba en su interior atraído por los gritos de varias personas.
«Agua pública para todos. No a la privatización»
Con la ayuda de una escalera, se encaramaron a la cornisa del edificio, situada entre las calles José Abascal y Santa Engracia, donde desplegaron una pancarta con la consigna «Agua pública para todos. No a la privatización».
La acción concluyó después de que las organizaciones promotoras entregaran una carta dirigida al gestor de la empresa autonómica en la que pedían un debate amplio y público sobre el proceso de mercantilización del Canal «en el que puedan expresarse las voces disidentes». Tras descender de la cornisa, una dotación de la policía nacional ha procedido a identificar a los ocho activistas.
La acción se enmarca en la campaña «Por una gestión cien por cien pública del agua», en la que participan entidades vecinales, ecologistas, sindicatos, ONG y agrupaciones políticas y que «se centra en frenar los planes privatizadores que el Ejecutivo de Esperanza Aguirre tiene para el Canal de Isabel II».
Desde la Federación Regional de Vecinos de Madrid han inqdicado que «La privatización provocará importantes daños medioambientales y sociales, como el empeoramiento de la calidad del servicio, consecuencia de un seguro recorte de la plantilla de trabajadores promovido para abaratar costes»