Los terrenos reservados según la Ley 22/1988, de 28 de julio, de Costas deberá mantener una anchura de seis metros para su uso peatonal y público. Por otra parte la entidad encargada de las obras se responsabilizará de los daños y perjuicios que pueden darse en las mismas, y deberá ocupar exclusivamente la superficie destinada a la reserva.
El Servicio Provincial de Costas en Almería deberá inspeccionar, en todo momento, la ejecución de las obras, para comprobar si se ajustan al proyecto a realizar en la reserva.
La desalinización en España, ¿ una alternativa viable?
La desalación es una técnica consiste en retirar la sal del agua. Las técnica de desalinización más extendida es la desalación por ósmosis inversa. El proceso consiste en bombear agua a alta presión a través de membranas semipermeables que separan agua y sal.
Según los datos del Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino ( MARM), España es un país puntero en el desarrollo de tecnologías de desalación y el quinto con mayor número de desaladoras del mundo.
La primera desaladora con una producción significativa en España se instaló en Lanzarote en 1965.En la actualidad existen más de 700 desaladoras en funcionamiento con cuya capacidad de desalación supera los 800.000 m3/día. El 47,1% del agua a desanilizar proviene del agua marina.
Países como Italia, Grecia, Turquía y Chipre también disponen de plantas desalinizadoras.
En el informe publicado por WWF/Adena en 2007 titulado Fabricando agua: Desalinización, ¿alternativa o distracción para un mundo sediento? se afirmaba que la desalinización no es la mejor técnica para resolver la falta de abastecimiento de agua y que sin una ordenación territorial sostenible, cualquier política de agua con el objeto de proveer agua de forma ilimitada es inviable.
Jamie Pittock, Director del Programa Internacional de Agua de WWF/Adena, señalaba que Desalinizar agua marina es caro, requiere mucha energía y emite gases de efecto invernadero. Existen otras herramientas para gestionar el agua que resultan mejores, más baratas y menos arriesgadas para el medio ambiente.
El vertido de salmueras y contaminantes al mar, la emisión de gases de efecto invernadero y la destrucción de zonas costeras valiosas son algunos de los impactos ambientales provocados por la desalinización.