Los estudios desarrollados en el marco del proyecto también han permitido identificar áreas de alto valor ecológico que en un futuro puedan ser objeto de una gestión específica que promueva su protección especial.
El proyecto “Conservación de los ecosistemas y la pesca artesanal sostenible en la cuenca mediterránea (ECOSAFIMED)” llevado a cabo en España, Italia y Túnez ha tenido como finalidad la conservación de la biodiversidad marina en la cuenca Mediterránea y el fomento de prácticas pesqueras artesanales que compatibilicen la protección de la fauna marina. Con este fin, se ha realizado una evaluación del estado de las comunidades bentónicas en diferentes lugares del Mediterráneo, a la vez que se ha estudiado el impacto de algunos métiers de pesca sobre la fauna bentónica, todo ello en colaboración con pescadores, así como con diferentes organizaciones nacionales e internacionales. El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a través de la Fundación Biodiversidad, ha sido el coordinador de esta iniciativa, que ha contado con otros socios como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas –Instituto de Ciencias del Mar (España), la Universidad de Génova (Italia) y el Instituto Nacional de Ciencias y Tecnologías Marinas – INSTM (Túnez).
La colaboración entre todas estas entidades ha sido fundamental para el intercambio de conocimiento en investigación marina, tanto en metodologías como en la utilización de tecnologías innovadoras, uno de los resultados más significativos del proyecto. Gracias al proyecto ECOSAFIMED se ha elaborado una propuesta de buenas prácticas para la flota artesanal de cara a mejorar la conservación de las comunidades bentónicas en el Mediterráneo. Los socios han acordado una serie de recomendaciones para toda la cuenca, basadas en los resultados obtenidos en diferentes áreas de estudio: Cap de Creus, Canal de Menorca (España), archipiélago de la Galite, banco de Esquerquis (Túnez), Golfo de Patti y Archipiélago de Ponza (Italia).
Estas propuestas han sido consensuadas con los pescadores artesanales que han participado en el proyecto con la intención de firmar acuerdos voluntarios por los que se comprometan a adoptar estas buenas prácticas de forma voluntaria y a largo plazo.
ECOSISTEMAS VALIOSOS
Devolver al agua los descartes de invertebrados bentónicos y especies formadoras de hábitat en un tiempo inferior a 30 minutos y en el mismo lugar donde se ha realizado la captura, así como evitar dañarlas en la medida de lo posible, ha sido una de las recomendaciones resultantes del proyecto. Estudios científicos han demostrado que la supervivencia de las capturas accidentales de las especies bentónicas aumenta si son devueltas lo antes posible al mar, reduciendo así la exposición al aire y a los cambios de temperatura. Entre las buenas prácticas también se recomienda evitar la pesca en áreas donde se han detectado comunidades frágiles, promover zonas de restricción pesquera donde se han encontrado ecosistemas valiosos y sensibles, o el uso de aparejos más selectivos y material de redes más eficiente, ya que existen experimentos que demuestran que el tipo de aparejo utilizado juega un papel muy importante en la magnitud del impacto que ocasiona sobre el fondo marino.
Promover el mantenimiento periódico de las redes de pesca, reducir el impacto disminuyendo el número de operaciones de pesca en una misma localización durante una misma temporada, o disminuir la longitud de los artes de pesca, son también medidas que reducen el impacto que tiene la pesca artesanal sobre las comunidades bentónicas. Por último, promover la integración del conocimiento adquirido por los pescadores en estudios científicos y en actividades de seguimiento, es otra de las recomendaciones que ha permitido obtener esta iniciativa. La larga experiencia acumulada por los pescadores durante años de trabajo tiene que ser considerada una fuente de información fundamental.
Los datos sobre capturas extraordinarias, la aparición de especies poco comunes o la localización de extensas poblaciones de especies estructurales o detalles inusuales pueden ser de gran ayuda para mejorar el conocimiento que se tiene del fondo marino por parte de la comunidad científica, permitiendo la identificación de lugares con un alto valor ecológico que puedan ser considerados como áreas de protección especial. Finalmente, otra de las recomendaciones derivadas del proyecto ha sido la elaboración de vídeos que permitan, de manera sencilla y directa, concienciar sobre el fomento de buenas prácticas de pesca. A lo largo de este proyecto se ha confirmado que mostrar vídeos que expongan de forma clara la base científica de ciertas afirmaciones, tales como la existencia de artes de pesca perdidos, la supervivencia de especies descartadas o el estado de los organismos una vez devueltos al mar, consiguen una mayor atención del público y una recepción más positiva que cualquier tipo de informe técnico o gráfico. Los vídeos deberían considerarse como una herramienta de comunicación prioritaria y como un elemento clave a la hora de proponer recomendaciones a los pescadores.
Los estudios desarrollados en el marco del proyecto también han permitido identificar áreas de alto valor ecológico que en un futuro puedan ser objeto de una gestión específica que promueva su protección especial.
EL PROYECTO ECOSAFIMED Y EL PROGRAMA ENPI CBCMED
Con una dotación de 1,9 millones de euros, el proyecto ECOSAFIMED promueve prácticas de pesca responsables y la comunicación entre la investigación y el sector pesquero artesanal con el fin de contribuir a la conservación de los ecosistemas marinos. ECOSAFIMED es uno de los 39 proyectos que resultaron beneficiarios de los 1.095 presentados a la segunda convocatoria del Programa ENPI CBC MED 2007-2013. El programa europeo ENPI Cuenca Mediterránea es una iniciativa de cooperación transfronteriza que forma parte del instrumento de la Política Europea de Vecindad y Asociación (IEPV-ENPI). El objetivo del programa es promover la cooperación entre las 3 regiones de ambas riberas del Mediterráneo para afrontar los desafíos comunes y valorizar sus potencialidades endógenas.
Un total de 14 países son beneficiarios del programa, que representan 76 territorios y cerca de 110 millones de habitantes: Chipre, Egipto, Francia, Grecia, Israel, Italia, Jordania, Líbano, Malta, Autoridad Palestina, Portugal, España, Siria y Túnez. El programa cuenta con un presupuesto de 200 millones, procedentes del Instrumento de la Política Europea de Vecindad y Asociación y la aportación a cada proyecto asciende a un máximo del 90% del coste total. Los proyectos financiados versan sobre diversas temáticas relacionadas con la promoción del desarrollo socioeconómico y territorial, mediante el apoyo a la innovación, y la investigación; el desarrollo sostenible y la eficiencia energética en toda la cuenca mediterránea; la mejora de las condiciones y modalidades de circulación de personas, bienes y capitales o la promoción del diálogo entre culturas y gobernanza.
La información del proyecto ECOSAFIMED y del Programa ENPI CBC MED se puede consultar en las páginas web de ENPI CBC MED y de la Oficina de Desarrollo y Cooperación EuropeAid. Esta publicación ha sido producida con el apoyo financiero de la Unión Europea en el marco del Programa ENPI CBC Cuenca Mediterránea. Los contenidos de este documento son responsabilidad única de la Fundación Biodiversidad y no pueden contemplarse bajo ninguna circunstancia el reflejo de la posición de la Unión Europea o de las estructuras de gestión del Programa. Para más información: www.ecosafimed.eu │ ecosafimed@fundacion-biodiversidad.es