La apertura de estos expedientes se produce como consecuencia de las denuncias presentadas en septiembre del pasado año por extracciones de agua en algunos de los tres pozos ilegales existentes en la localidad. En la denuncia presentada se hacía constar que el agua bombeada a camiones cisterna se destinaba a una empresa privada de Arganda del Rey, relacionada con el negocio de la construcción.
El Ayuntamiento de Velilla de San Antonio ya fue sancionado en el pasado con multa de 200.000 pesetas, en diciembre de 1999, por utilizar estos pozos para extraer ilegalmente agua para el riego de las praderas municipales. En aquella resolución la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) instaba al Ayuntamiento al desmantelamiento de los pozos, algo que nunca llegó a realizar.
El bombeo de agua del acuífero detrítico (estrechamente ligado a los cauces fluviales) mediante pozos (la mayoría ilegales) ha dado lugar a 700 expedientes de sanción, desde 2005. Para la campaña de este año la CHT y el SEPRONA prevén una inspección de otros 400-500.
El descenso en el nivel freático en el valle del Jarama ha sido la causa de la desecación de numerosa vegetación y arbolado en épocas de sequía, y el aumento de las necesidades de agua con destino al riego agrícola. Durante la última década el cauce del río Jarama se ha desecado en diversos tramos al deprimirse el acuífero con el que está conectado, este fenómeno ha incrementado la presencia de contaminantes en los caudales, aguas abajo, que se nutren casi en exclusiva de vertidos incontrolados y de depuradora.
El aprovechamiento ilegal del agua subterránea es una práctica habitual por parte de particulares (campos de golf, agricultura…) y también por parte de ayuntamientos sin escrúpulos que mantienen de esta manera la praderas y la jardinería ornamental con altos requerimientos de humedad.
En julio de 1999 y en enero de 2005, la Asociación Ecologista del Jarama «El Soto» se ha dirigido al Ayuntamiento de Velilla de San Antonio, advirtiendo de las consecuencias ambientales derivadas del empleo de estas plantas de bombeo, así como proponiendo medidas destinadas al ahorro en el consumo de agua: aprovechamiento de la depuradora local, sustitución de las praderas por otro tipo de jardinería con menos requerimientos de humedad, campañas de ahorro en el consumo, etc.