IIAMA
En el año 2001 se creó el Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente (IIAMA), con una clara vocación orientada a la transferencia de tecnología y colaboración con empresas y organismos públicos, iniciando así un ambicioso proyecto basado en un compromiso firme de trabajo en pro a conseguir el reconocimiento como centro de excelencia.
Las más de cincuenta líneas de investigación que desarrolla el Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente, IIAMA, giran alrededor de temas relacionados con el agua y el medio ambiente, abarcando casi en su totalidad el ciclo hidrológico del agua.
Proyecto IMPREX
Proyecto europeo basado en mejorar la predicción y gestión de fenómenos hidrológicos extremos como inundaciones y sequías en diferentes escalas temporales (corto, medio y largo plazo).
Este ambicioso estudio cuenta con Joaquín Andreu como investigador principal por parte del centro valenciano y está siendo coordinado por el Royal Netherlands Meteorological Institute (KNMI). En él participan 23 socios de 9 países distintos, que buscan articular medidas para mitigar el impacto social y económico en toda Europa de este tipo de fenómenos naturales.
El proyecto que forma parte del programa H2020, tiene una duración de 4 años y parte de la premisa de que en el corto plazo los fenómenos extremos relacionados con el agua, “pueden ser muy diferentes a los actuales y difíciles de predecir”.
Entrevista a Manuel Pulido
¿Cómo empezaste en el IIAMA?, ¿Cuáles fueron tus primeras aportaciones?
Soy miembro del IIAMA desde su fundación en 2001. El Instituto nace con el objetivo de impulsar sinergias y potenciar el carácter multidisciplinar y la colaboración en investigación, docencia y transferencia mediante la integración de diferentes grupos de investigación en temas relacionados con el agua que funcionaban hasta entonces de forma independiente en la Universitat Politècnica de València (UPV). Un hito básico para la consecución de este objetivo fue la obtención en el año 2005 del estatus de Instituto Universitario de Investigación, y la ampliación del Instituto con nuevos despachos y laboratorios en la Ciudad Politécnica de la Innovación de la UPV. El IIAMA lo conforman actualmente más de 100 personas, incluyendo profesores de la universidad y personal investigador propio, de los cuales aproximadamente 40 son doctores.
Mis primeras aportaciones al IIAMA fueron en tareas de investigación dentro del grupo de Ingeniería de Recursos Hídricos, uno de los 10 grupos que actualmente conforman el IIAMA. Mi investigación en el campo de la gestión de recursos hídricos tiene un marcado carácter multidisciplinar, lo que me ha permitido llevar a cabo colaboraciones muy fructíferas con otros investigadores del Instituto con un perfil complementario.
Desde finales de 2014 asumo también, con entusiasmo, una responsabilidad directa en la gestión del IIAMA como Subdirector del mismo. El equipo directivo trabaja intensamente en promocionar a nivel nacional e internacional la actividad del IIAMA, sus resultados y capacidades. El objetivo principal de las acciones de promoción externa es la captación de recursos procedentes de convocatorias nacionales e internacionales, así como la consolidación de vínculos con empresas y centros de investigación para la participación en proyectos colaborativos, diversificando con ello las fuentes de financiación del IIAMA.
Se han hecho esfuerzos notables en mejora de la difusión e internacionalización de las actividades del IIAMA, incluyendo una participación activa en redes y plataformas nacionales (ej. Plataforma Tecnológica Española del Agua, PTEA) e internacionales (ej. participación en varios grupos de acción de la European Innovation Partnership de Agua). La presencia del IIAMA en las redes sociales es ahora muy activa, a través de la web propia del IIAMA, de Twitter, Facebook, Linkedin, etc. El blog del IIAMA, a través de la plataforma iAgua, pretende mostrar ideas innovadoras e información sobre los problemas del agua de una forma atractiva y digerible para el público general con interés en el sector.
¿Cuántos años llevas en el sector? ¿Cuáles son tus futuros retos profesionales?
En 1999 comencé los cursos y al poco tiempo mi tesis en el programa de doctorado de la UPV. Obtuve una beca de la UPV que me permitió cursar un Master of Science en Ingeniería Civil y Ambiental en la Universidad de California en Davis, Estados Unidos, centro de referencia a nivel mundial en modelos de gestión del agua hidroeconómicos (esto es, incorporando métodos y conceptos de Economía para una gestión más eficiente, sostenible y equitativa de recursos hídricos). La formación adquirida inicialmente en el Master (Estados Unidos) y en el Doctorado (UPV), con excelentes profesores y compañeros, potenciada con las estancias y colaboraciones en el marco de diversos proyectos nacionales e internacionales, han sido decisivas para alcanzar la madurez en mi carrera investigadora.
Mi investigación se centra en el desarrollo de métodos y modelos para la gestión integral de sistemas de recursos hídricos, teniendo para ello en cuenta los diversos condicionantes económicos, ambientales y sociales. Para ello combinamos muchas disciplinas. Por ejemplo la Economía nos permite evaluar el recurso y las implicaciones económicas de distintas políticas, o estudiar el potencial de instrumentos económicos en una mejor gestión de la demanda de agua (ej. mediante los precios del agua, mercados del agua, etc). También usamos distintas técnicas de análisis de sistemas, de simulación de sistemas complejos, de optimización, de big data, modelos de comportamiento de agentes, etc.
Las posibles inversiones en nueva infraestructura (nuevas presas, etc) son generalmente muy caras y con alto impacto ambiental y social, mientras que las actuaciones de gestión de la demanda son complejas y a veces con oposición social o efectos no deseados. Un aspecto clave en la planificación y gestión de recursos hídricos es la incertidumbre en el futuro: usamos modelos cada vez más complejos que tratan de buscar soluciones robustas ante un futuro incierto en cuanto a los recursos disponibles y a la evolución de las demandas. Ahí tenemos por ejemplo el gran reto del análisis del efecto potencial del cambio climático y su adaptación. Un tema clave en estos momentos es el incorporar de forma realista en nuestros modelos de predicción la respuesta de los distintos agentes ante distintas políticas para lograr el diseño de soluciones robustas y flexibles antes escenarios futuros inciertos.
Miembro de “American Society of Civil Engineers”
¿Qué supone para ti este nombramiento?
Supone un reto y una oportunidad. La ASCE ha sido tradicionalmente el organismo de referencia mundial en la ingeniería civil y ambiental. El que investigadores españoles participen directamente en los comités de la ASCE de agua y medio ambiente nos permite aportar nuestra dilatada experiencia en la gestión del agua. España es y ha sido referencia mundial en la gestión participativa de los recursos hídricos a escala de cuenca (nuestras famosas Confederaciones Hidrográficas, con la pionera del Ebro en 1926, son estudiadas y admiradas internacionalmente), gestión de sequías e inundaciones, uso conjunto, ingeniería de presas, riego y drenajes, etc. Por otro lado, sin duda nos beneficiamos del intercambio de experiencias y de la promoción de estudios y trabajos técnicos y eventos científicos que tan bien realiza la ASCE.
¿Cómo desarrollarás tu colaboración y la del instituto en este sentido?
Los comités se dividen en grupos de trabajo que realizan unas tareas específicas a lo largo del año en un tema más concreto y de interés. Una vez al año se celebra una reunión anual coincidiendo con el congreso mundial de agua y medio ambiente de la ASCE.
PROYECTO IMPREX
¿Cuáles han sido los objetivos clave del proyecto?
El objetivo principal del proyecto europeo IMPREX es el de mejorar las predicciones y gestión de fenómenos hidrológicos extremos como inundaciones y sequías en el corto, medio y largo plazo. En este proyecto del programa europeo H2020, de 4 años de duración, participan 23 socios de 9 países que buscan articular medidas para mitigar el impacto social y económico en toda Europa de este tipo de fenómenos naturales. El proyecto es coordinado por el Servicio Meteorológico Holandés, KNMI. La investigación se ha diseñado en torno a una serie casos de estudio en diferentes países sobre 6 ámbitos estratégicos: predicción de inundaciones por crecidas y evaluación del riesgo; energía hidroeléctrica; transporte; abastecimiento urbano; agricultura y sequías, y economía del agua.
El IIAMA va a basar su investigación en torno a tres áreas de trabajo diferentes. Por un lado, se va a evaluar qué impacto tiene sobre la cuenca del río Júcar la mejora en la previsión de eventos meteorológicos que afectan a la producción de energía hidroeléctrica en diferentes escalas temporales. Del mismo modo, se van a desarrollar métodos y herramientas que permitan gestionar las sequías en la cuenca del Júcar y Segura, minimizando su repercusión en la agricultura. Por ello, se busca articular medidas que permitan hacer un uso más eficiente de los recursos hídricos, mejorando la comprensión y pronósticos sobre eventos hidrológicos extremos.
Por último, se va a abordar cómo mejorar la gestión del riesgo en el agua potable ante fenómenos meteorológicos extremos que afectan a su calidad y cantidad, así como su capacidad de tratamiento y seguridad. Este estudio se realizará junto a CETAQUA sobre las cuenca del Segura y del Llobregat.
¿Qué dificultades habéis encontrado a la hora de desarrollar este proyecto predictivo?
Yo en concreto coordino los trabajos en España (cuenca del Júcar) sobre previsión de eventos meteorológicos que afectan a la producción de energía hidroeléctrica en diferentes escalas temporales, trabajo en el que contamos con la colaboración de Iberdrola. La colaboración tanto con Iberdrola como con la Confederación Hidrográfica del Júcar ha sido muy positiva, y, aparte de los importantes datos suministrados, nos ha permitido entender mejor las necesidades del sector hidroeléctrico, los conflictos que se podrían originar en la gestión de la cuenca y el valor añadido que la capacidad de predicción actual nos podría proporcionar. Esta colaboración ha permitido superar un escollo importante en muchos estudios de este tipo: el acceso a datos e información.
¿Cómo consideras que ha sido el resultado? ¿Qué se podría mejorar en un futuro al respecto?
Aunque el proyecto está aún en su inicio, tanto el interés de la propuesta, como el planteamiento innovador y la calidad de los equipos participantes hacen esperar resultados prometedores.
Escuela de verano SMARTH20
SMARTH20 este año se centrará en “Sistemas Inteligentes para la Gestión de la Demanda de Agua Urbana” y en la búsqueda de cómo la concienciación social influye en el comportamiento de los consumidores a la hora de reducir el consumo total de agua.
¿Cuáles van a ser tus aportaciones en este evento?
Mi presentación en el curso ha versado sobre el desarrollo de métodos y modelos para la gestión conjunta de la oferta de agua y de la demanda, integrando los aspectos económicos (modelos hidroeconómicos). He analizado los restos y limitaciones de este tipo de modelos, y las perspectivas de desarrollo futuro que nos ofrece el acceso a datos masivos en tiempo real, tanto de oferta como demanda.
También he tratado de “desmitificar” algunas ideas equivocadas pero muy extendidas sobre la gestión del agua urbana: por ejemplo, que todo el agua urbana es un bien necesario y vital y por tanto no puede considerarse un bien económico, o que los usuarios del agua en hogar no responden al precio (cuando todos los estudios empíricos nos muestran lo contrario). También está extendida la idea de que el ahorro de agua va en contra de los intereses financieros de las empresas de abastecimiento, de “los 8.000 monopolios del agua urbana” (en referencia a los servicios en los municipios en España). Sin embargo, las estrategias de ahorro de agua pueden suponer también beneficios importantes en cuanto a disminución de costes de operación y reducción de las necesidades futuras de expansión de la infraestructura. Es importante diseñar políticas de precios eficientes que tengan en cuenta esto.
Estamos trabajando actualmente en el estudio de precios dinámicos según la escasez del agua en el sistema (de forma que se cobre más cuando el agua sea más escasa en sequías, enviando una señal clara a los usuarios de esta escasez). Y también de precios dinámicos a lo largo del día que traten de desplazar las puntas de consumo, tal y como se hace actualmente con el suministro eléctrico. Estas propuestas han sido expuestas y debatidas en el curso con el resto de expertos y con los alumnos que han participado.
¿Crees que la educación es la primera medida para modificar el comportamiento ante el uso del agua?
Sí, es un aspecto fundamental. En un estudio reciente mostrábamos que un porcentaje muy significativo del consumo energético total en California (con las consecuentes emisiones de CO2 a la atmósfera) se produce en el gasto energético en hogares en calentar el agua. Las medidas de ahorro de agua en hogar nos permiten ahorrar agua por un lado, con importantes implicaciones ambientales, pero también nos ahorra la energía necesaria para transportar y potabilizar esa agua (el sector del agua es muy intenso energéticamente) e incluso permitiría ahorrar energía dentro del hogar. Es muy importante explicar bien estas implicaciones para que la gente se conciencie sobre la necesidad de un consumo sostenible y eficiente del agua.
Nos gustaría por último que nos aportaras una valoración sobre el uso tecnológico en la gestión del agua, ¿En qué aspectos crees que aporta mayor beneficio?
Estamos ante el gran reto de desarrollar “ciudades inteligentes” donde se haga un uso eficiente y sostenible de los recursos y se potencia a la vez la calidad de vida de los ciudadanos. Hoy en día la tecnología nos ofrece la posibilidad de recabar una información ingente en tiempo real sobre cómo usamos los recursos. En el caso del abastecimiento urbano, los contadores inteligentes (smart meters) nos permiten estudiar el detalle de los consumos finales en hogar sin entrar en las casas, simplemente identificando las trazas de los distintos usos de agua en el registro de los caudales monitorizados. Podemos saber con gran precisión en qué gastamos el agua.
La monitorización masiva en tiempo real es el primer paso; el estudio de los datos mediantes técnicas estadísticas avanzadas es fundamental para mejorar nuestro conocimiento sobre tecnologías y comportamientos. El siguiente gran reto es averiguar cómo utilizar toda esa información y conocimiento en el desarrollo de políticas y estrategias que incentiven un uso más eficiente y sostenible. Es sin duda un reto apasionante. En ello estamos, y desde el IIAMA esperamos aportar nuestro granito de arena.