En plena temporada alta para el turismo en España, el Foro de la Economía del Agua no sólo hace un llamamiento a la concienciación ciudadana sobre el uso de este recuerdo sino que subraya la necesidad de incrementar la inversión en 27 para fomentar el ahorro de agua e infraestructuras hídricas, especialmente teniendo en cuenta que en los meses de julio y agosto, los más secos del año, la población se multiplica en muchos núcleos urbanos y gran parte de ellos se ubican en lugares de España donde las precipitaciones son escasas.
Los últimos datos del MITECO respecto a las reservas hídricas (25 de junio de 2024) señalan que las reservas se mantienen bajas en las cuencas internas de Cataluña (37,2%), del Segura (22,8%), las cuencas mediterráneas andaluzas (30,7%) y Guadalete-Barbate (27,6%), lo que da lugar a la activación de medidas de restricción de agua.
El agua, en la agenda política
Teniendo en cuenta que, según la OMS, un turista puede consumir más de 400 litros de agua al día y que el turismo es uno de los grandes motores de la economía española (supuso en 2022 el 11,6% del PIB nacional), el Foro de de la Economía del Agua reitera la necesidad de mantener al agua en el centro de la agenda política, especialmente después de un invierno y una primavera con alertas por escasez de agua en zonas de alta afluencia de turistas, como Cataluña.
Tal y como argumenta el director académico del organismo, Estanislao Arana, para que el turismo en España sea sostenible a largo plazo, es «fundamental adaptarlo al nuevo escenario de cambio climático» a través de la concienciación ciudadana y el impulso de buenas prácticas en el sector. En su opinión, una parte «importante» de esta concienciación reside en la adaptación de las tarifas al precio real del agua. «El consumidor final tiene que ser consciente de lo que cuesta y todo lo que conlleva tener garantizado el suministro de agua y pagar por el agua lo que realmente vale».
En todo este trabajo, es «imprescindible aumentar la resiliencia de las infraestructuras hídricas» e impulsar “la digitalización de la gestión del ciclo urbano del agua y la generalización de soluciones tecnológicas que permitan aumentar la disponibilidad de agua y garantizar su calidad, a través de la reutilización y la desalación”.
