La ciudad de Zaragoza se convierte a partir del sábado en un escaparate mundial gracias a la Exposición Internacional Agua y Desarrollo Sostenible con la que se intentará dar un giro al modo de consumir, gestionar y manejar un recurso natural cada vez más escaso y contaminado.
"Creo que la apuesta por una visión nueva del agua, que es en lo que consiste la Expo de Zaragoza, es una de las grandes necesidades del mundo", dijo el presidente José Luis Zapatero el jueves, la víspera de la inauguración de una muestra que tendrá lugar del 14 de junio al 14 de septiembre en la capital aragonesa.
Un total de 22 grandes áreas acogerán los 140 pabellones en los que estarán representados 105 países, las comunidades autónomas españolas y organismos como la ONU, la UE y la Santa Sede. Entre los presentes en esta exposición internacional figuran China, Rusia, Brasil, Arabia Saudí, Marruecos y el África Subsahariana, mientras que EEUU, Reino Unido o Canadá son algunas de las ausencias.
Durante 93 días 2.000 expertos en materia de agua y medio ambiente debatirán, expondrán y analizarán en el foro de la Tribuna del Agua sobre un recurso natural básico al que no tienen acceso 1.200 millones de personas en el mundo y cuyo control está en el origen de muchos conflictos en regiones como África, Asia y Oriente Próximo.
Premios Nobel de la Paz como el ex líder soviético Mijail Gorbachov y la indigenista guatemalteca Rigoberta Menchú, así como el ex director general de la UNESCO Federico Mayor Zaragoza participarán en este foro que culminará con el lanzamiento de la "Carta de Zaragoza", un documento de conclusiones y propuestas.
Pero la Expo también cuenta con una destaca oferta lúdica y cultural con 4.500 espectáculos que amenizará a los más de siete millones de visitantes que se espera se pasen por el recinto de 25 hectáreas, cuatro veces menor que la muestra universal de Sevilla de 1992, ubicado junto al río Ebro.
La construcción de la Expo ha supuesto una inyección de modernidad a una ciudad de 800.000 habitantes a la que han llegado grandes infraestructuras públicas – carreteras, puentes y alta velocidad – gracias a este acontecimiento, aunque algunos ciudanos también temen una subida del nivel de vida como consecuencia.
"Zaragoza estaba parada, muerta, y esto (la Expo) le ha venido fenomenal en infraestructuras y para el turismo", dijo un veterano taxista a Reuters. La ocupación hotelera de la ciudad para junio y primera mitad de julio era del 90 por ciento.
Modernidad y sostenibilidad
La Expo ha dado cabida a obras espectaculares en diseño y volumen, como el Pabellón-Puente de la arquitecta iraquí Zara Haddid que se alza sobre el caudaloso río como un símbolo de la nueva Zaragoza del siglo XXI.
"Hemos hecho una construcción que cumple con las características del desarrollo sostenible (…) desde la ubicación, compatible con el río, el diseño de los edificios, el uso de materiales, el aprovechamiento de residuos y la gestión del agua y energía", dijo Roque Gistau, presidente de la sociedad ExpoAgua encargada de la organización y gestión de la exposición, a Reuters.
La Torre del Agua, de 76 metros de altura; el Pabellón de España, con su bosque de pilares y cubos de vidrio, y El Faro, el pabellón de las iniciativas ciudadanas hecho de madera, paja y barro, son otras de las obras emblemáticas de esta exposición internacional.
El Acuario Fluvial de 3.200 metros cuadrados es el acuario de agua dulce más grande de Europa y en su recorrido por cinco grandes ríos del planeta muestra 5.000 ejemplares de 300 especies de fauna distribuidas en 60 peceras y terrarios.
Aparte de las zonas expositivas existen las plazas temáticas, como la de Agua Extrema, un simulador donde el público podrá experimentar la sensación de un tsunami, o la de la Sed, donde se enfoca la falta de agua como un factor de progreso y desarrollo.
Entre la oferta lúdica de la exposición se incluye la cabalgata diaria "El despertar de la serpiente" del Cirque du Soleil, el nocturno "Iceberg, sinfonía poético visual" de gran formato multimedia sobre el río, así como numerosas actuaciones de teatro, música y danza en el anfiteatro, el Palacio de Congresos, la Feria de Zaragoza y el auditórium.
Los artistas Bob Dylan, Enrique Bunbury y Gloria Estefan ofrecerán los tres grandes conciertos de la Expo el 23 de junio, 6 de septiembre y 12 de septiembre, respectivamente.
Zaragoza aspira a convertirse en un referente mundial sobre el debate del agua, y por el momento ha sido nombrada Sede de la Década del Agua de la ONU, mientras que el Gobierno español ha anunciado que tras la exposición acogerá un Instituto Internacional de Investigación sobre el cambio climático.
No obstante, la Expo como toda gran evento también tiene sus detractores, entre ellos la organización ecologista Greenpeace, y un movimiento de protesta aglutinado en la web www.expo-no.es.
"Se han construido miles de metros cuadrados de carreteras, calles, edificios y puentes (…) infraestructuras paradójicamente creadas en pos de la defensa de la naturaleza que, para más inri, se utilizará como reclamo para atraer a miles de visitantes", dijo Greenpace en un documento sobre las contradicciones de ExpoZaragoza.