Greenpeace ha puesto de relieve la importancia de proteger los bosques para asegurar el abastecimiento de agua y la calidad de vida en los grandes centros urbanos de Brasil, a través de una acción que tuvo lugar ayer en una zona recientemente deforestada en la selva amazónica.
Los activistas de Greenpeace desplegaron una pancarta que reza “A falta de água começa aqui" (La falta de agua comienza aquí) en una zona de la selva amazónica recientemente deforestada.
Los activistas protestan así contra la continua destrucción de la selva y destacan la importancia de los bosques intactos para la prestación de servicios medioambientales a la población, como es el abastecimiento de agua. Los ecologistas han desplegado la pancarta en una parcela de 360 hectáreas quemadas y destruidas en el sur del estado brasileño de Roraima, a unos 400 kilómetros al norte de la ciudad de Manaus, en una zona donde han sido deforestadas entre diciembre 2014 y febrero de 2015, más de 4.000 hectáreas.
Mientras que la selva amazónica se sigue destruyendo, el sureste de Brasil está experimentando la sequía más grave de la historia, con sus reservas de agua en niveles muy alejados de la media de las reservas durante la temporada de lluvias. La acción de Greenpeace quiere recordar precisamente que los bosques son fundamentales para garantizar el equilibrio climático y una parte vital del ciclo del agua. Sin bosques no hay agua.