Al abrir durante un minuto la llave de agua para lavarse las manos se van al drenaje aproximadamente siete litros del líquido potable. Ante este circunstancia investigadores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) desarrollaron un sistema llamado de Recolección Inteligente que reutiliza aguas grises lo que genera un ahorro de hasta 50 por ciento de la sustancia.
La idea surgió del estudiante de octavo cuatrimestre de la licenciatura en electrónica de la BUAP, Ángel David Barranco Vergara que consistía en reutilizar el líquido del lavamanos y usarlo en el retrete; sin embargo, no era suficiente el ahorro. Por ello, Sergio Vergara Limón quien también participa en el proyecto y es catedrático de la Facultad de Ciencias de la Electrónica (FCE) buscó la forma de aumentar el reciclado y analizó los lugares en los donde se gasta más agua y en cuáles era viable implementar la instalación.
En este diseño se ocupa el agua del lavamanos, lluvia y lavadora, de ésta última sólo se usa el líquido del ciclo de enjuague debido a que en el primer lavado se concentran altas cantidades de jabón y mugre, por lo que se requiere un proceso de mayor filtración.
“El ciclo de enjuagado por lo regular utiliza bastante agua que no se contamina y puede utilizarse con un proceso de filtración muy sencillo y económico. La idea es captar esta agua, además la de la regadera y lavamanos, almacenarla en una cisterna o tinaco, que sirva en el uso del retrete y para regar plantas” detalla Vergara Limón.
El sistema trabaja de forma automática, con una instalación de doble tubería colocada en sitios como el sanitario y jardín. Cuando se termina el agua procesada el sistema activa inmediatamente la potable.
La patente de la tecnología se encuentra en trámite, la solicitud se realizó desde el 2014 ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI); sin embargo, actualmente existen casas que ya han implementado la tecnología y logrado tener un ahorro del 50 por ciento de agua que se ve reflejado en la economía del hogar.
“Adoptar el sistema es muy sencillo y económico, no tienen que pagarse dos instalaciones completas. Una tubería es la del agua potable y para las aguas grises sólo se complementa con determinados tubos que captan la sustancia semi contaminada que realiza una ligera filtración y cloración”.
La instalación es inteligente, cuenta con una serie de sensores eléctricos instalados en el tinaco que contabilizan la cantidad de agua almacenada y controla el paso de esta, lo que permite que siempre exista suministro.
Se utilizan filtros básicos de carbono y cápsulas porosas de cerámica que elimina los sólidos y el jabón, también cuenta con una pastilla de cloro que acaba con bacterias y malos olores.
Sin embargo, el agua de reúso no se recomienda en el lavado de manos porque aún contiene pequeños contaminantes, y el cloro en exceso irrita la piel y puede provocar pequeñas quemaduras.