El “VI Congreso Ibérico sobre gestión y planificación del agua” comenzó ayer en Vitoria. Este encuentro se celebra en pleno proceso de elaboración de los nuevos planes de gestión de cuenca que deben estar regidos por los principios de la Directiva Marco del Agua (DMA). Por este motivo, el congreso se centra en la restauración del buen estado de los ecosistemas acuáticos, objetivo central de la DMA, la revisión de los usos del agua, el papel de la agricultura y los aspectos económicos, sociales y territoriales asociados.
La directora de Formación de la Fundación Biodiversidad, fundación pública del Gobierno de España, Julia Vera, que participó en la inauguración se refirió a la la creciente presión sobre los recursos hídricos hace necesaria una gestión racional de los ecosistemas que haga posible un uso sostenible respetuoso con el medio ambiente.
Disminución de las precipitaciones por el cmabio climático
Asimismo, ha destacado el posible impacto negativo del cambio climático sobre los recursos hídricos. Entre las consecuencias de este fenómeno destacarían un aumento de las temperaturas y una disminución de las precipitaciones, elevando la evaporación y la evapotranspiración y disminuyendo la escorrentía. También ha resaltado que los escenarios climáticos previstos para España por la Comisión Nacional del Clima suponen una ligera disminución de las precipitaciones medias anuales y un aumento de las temperaturas, lo que daría lugar a una disminución de la escorrentía total.
Colaboración internacional y planificación hidrológica
Julia Vera, además, ha repasado los acuerdos y convenios en nuestro país relacionados con los recursos hídricos, tales como al Convenio sobre Cooperación para la Protección y el Aprovechamiento Sostenible de las Aguas de las Cuencas Hidrográficas Hispano – Portuguesas, Convenio de Albufeira, y la Directiva Marco del Agua. Ha destacado la importancia de la planificación hidrológica, que debe servir para procurar compatibilizar las distintas necesidades de la misma siguiendo una gestión racional que permita el desarrollo sostenible y garantizando el buen estado ecológico de los sistemas naturales. Ha señalado que la planificación hidrológica, también, deberá contribuir a paliar los efectos de las inundaciones y sequías.
