La Junta de Andalucía ha presentado una serie de alegaciones al proyecto de revisión del Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrológica del Guadalquivir con el fin de mejorar algunos aspectos de este documento de planificación y avanzar en la gestión de los recursos hídricos. En este sentido, la Administración autonómica ha solicitado a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) que el nuevo Plan cuente con un amplio consenso, en especial el de la Comunidad andaluza que posee el 90% de los usos de los recursos del río Guadalquivir, el 98% de la población total de la demarcación y con las competencias exclusivas en materia de medio ambiente, agricultura, ordenación del territorio e industria, así como en abastecimiento de poblaciones.
Para la Junta el interés general de los ciudadanos debe marcar la colaboración entre las distintas administraciones, ya que este instrumento de planificación hidrológica va a “condicionar la vida, la actividad económica y el desarrollo de las ciudades y de millones de andaluces”.
Según el Gobierno autonómico el borrador presentado por la CHG y sometido a información pública, no garantiza que las masas de agua de la demarcación alcancen el buen estado, debido en parte a la escasa ambición para resolver el déficit hídrico estructural en la cuenca y en determinados sistemas y ámbitos más dinámicos. A ello hay que sumar la insuficiente concreción en los resultados esperados en el regadío, la sobrevaloración de la modernización de los mismos y el diseño de un programa de medidas inviable para resolver los problemas.
Las alegaciones presentadas por la Junta se estructuran en 45 epígrafes que responden a diferentes áreas temáticas: consideraciones generales, transferencias y trasvases, masas de aguas compartidas, dominio público hidráulico, infraestructuras y explotación del agua, estructuras agrarias, producción agraria y ganadera, espacios naturales y gestión del medio natural.
En relación con los trasvases, la Administración autonómica considera que el plan no incluye ni la determinación de las necesidades reales de agua superficial para paliar la sobreexplotación del acuífero de Doñana, ni las actuaciones tendentes a posibilitar el trasvase de hasta 15 hectómetros cúbicos asignados como reserva en el Plan Hidrológico de la Demarcación Tinto-Odiel-Piedras, lo que impedirá cumplir los plazos que establece el programa de la Corona Norte respecto a la reordenación de los aprovechamientos de los recursos y la regularización de las concesiones de las zonas regables. Cabe destacar que las infraestructuras actualmente disponibles en dicha Demarcación no permitirán realizar el citado trasvase sin contemplar la ejecución de obras de ampliación y mejora de la capacidad de transporte. que deberán ser presupuestadas y ejecutadas por la Administración central. De la misma manera corresponde al Gobierno Central la tramitación urgente de la necesaria Ley de Trasvase que autorice la transferencia.
En este mismo apartado, la Junta ha solicitado también que se incluya en el Plan Hidrológico del Guadalquivir un aporte de hasta 4,99 hm3 desde Iznájar hacia el norte de Málaga para atender las necesidades existentes principalmente Fuente de Piedra y zonas aledañas, de manera que el abastecimiento urbano quede garantizado en una zona claramente deficitaria. Además, la Administración autonómica ha solicitado incrementar el actual trasvase Negratín-Almanzora, que contempla unas limitaciones legales de 50 hectómetros, en otros 20 adicionales.
Respecto a los regadíos, el Gobierno andaluz ha solicitado que para las nuevas superficies se tenga en cuenta las disponibilidades hídricas en función de los criterios sociales, económicos y ambientales que determina la Directiva Marco de Agua y la Ley andaluz. También se ha pedido que en la definición de las mismas se respeten las competencias de la Comunidad Autónoma andaluza.
Entre las alegaciones presentadas destaca igualmente la reclamación por parte de la Junta a que se revisen los criterios para definir las Zonas Protegidas y a que se tenga en cuenta la importancia de las masas de agua superficiales: ríos, aguas de transición, lagos y aguas costeras, en los Espacios Natura 2000, como corredores ecológicos. También se proponen medidas en defensa de especies protegidas, como la anguila europea, que permitan migraciones ascendentes en el río, entre otras muchas aportaciones.
Según la Junta la aprobación de la planificación hidrológica es básica para gestionar con criterios actuales los recursos hídricos de la cuenca del Guadalquivir, corregir los problemas actuales, así como poner en marcha medidas no estructurales dirigidas mejorar la gestión hidráulica.