Pese a que la Consellería de Medio Ambiente da por normalizada la situación de acidez, los ecologistas insisten en que los afluentes del Eume siguen afectados. Según unos análisis de aguas encargados por Adega a la Universidade da Coruña, la presencia de metales pesados (cromo, niquel, cadmio o arsénico) supera los límites recomendados, 24 veces en el caso del uranio .