La Asociación de Regantes de Andalucía (AREDA) ha propuesto un ambicioso pacto por el agua en la región, con una duración de cinco años, que según sus cálculos permitiría ahorrar 500 hm3 anuales, de los que 300 serían en la cuenca del Guadalquivir.
Para el presidente de AREDA, Marcelo Morales, es insostenible el actual sistema de riegos, ya que la demanda supera con creces el agua disponible, y según expone «ya no se puede seguir regando por inundación o por acequias unos consumos de agua tan grandes en una cuenca deficitaria ya no se pueden sostener». Asimismo, añadió que es necesaria una profunda transformación de los regadíos para consumir menos y poder mejorar el reparto entre las comunidades de regantes.
Según el plan propuesto por esta organización que agrupa a 35.000 regantes de la región y que abarca más de 128.000 hectáreas, la administración debería tener un papel principal en la financiación, con hasta el 60 por ciento del coste, de las inversiones necesarias en obras de regulación, pequeños embalses, balsas laterales, desaladoras e interconexiones con el resto de sistemas hídricos.
De la misma manera proponen mantener la unidad de cuenca; unificando los actuales 15 sistemas que conforman el regadío; modernizar los métodos de riego en un 100 por ciento en un plazo de cinco años, revisar los derechos de agua para responder a la nueva realidad del campo andaluz y de sus cultivos, así como establecer un régimen económico que trate por igual a todos los regantes andaluces sean de la comarca que sean.
Morales también comentó que mantienen su mano tendida a la otra gran asociación de regantes de Andalucía, FERAGUA, para llegar a un gran acuerdo a través del diálogo “ya que existen en la región un millón de hectáreas de riego y por tanto hay trabajo y terreno suficiente para recorrer por ambas organizaciones”