Según los socios de EPOCA (“European Project on Ocean Acidification”), la investigación sobre la acidificación oceánica era un ámbito apenas explorado cuando empezaron su trabajo hace ahora cuatro años. En él participaron científicos inquietos por los riesgos que podría implicar la acidificación oceánica para los organismos y ecosistemas marinos.
La alarma había surgido tras descubrirse que durante los últimos250 años el océano ha absorbido cerca de un tercio del dióxido de carbono antropogénico. El consiguiente descenso en la concentración de CO2 ha alterado la composición química del océano e incrementado la acidez del agua marina. Así pues, se puede afirmar que la acidificación oceánica es un problema estrechamente relacionado con el CO2.
El proyecto EPOCA se lanzó a la investigación en distintos frentes para descubrir el impacto biológico de este proceso y reveló que, en un plazo inferior a diez años, el 10% de las aguas superficiales del Ártico serán corrosivas para las conchas y los huesos de los organismos marinos. Análisis posteriores realizados en hábitats costeros del Mediterráneo revelaron que cerca del 30% de la flora y la fauna marina podría extinguirse antes de que comience el nuevo siglo.
No obstante, el equipo científico descubrió que es posible contrarrestar este proceso si se toman medidas para neutralizar el impacto de las emisiones de CO2. Sus integrantes predijeron que estas medidas paliativas podrían a largo plazo aumentar el pH oceánico considerablemente. Este importante descubrimiento dio pie a que un consorcio de numerosos expertos redactara directrices y estándares de cara a la investigación de la acidificación oceánica.
EPOCA amplió el conocimiento científico que se posee sobre la acidificación oceánica y su influencia sobre los organismos y los ecosistemas marinos. El proyecto también puso en marcha varios estudios relevantes que, entre otros hallazgos, han demostrado que esta acidificación afecta negativamente a distintos organismos calcificantes como los moluscos.
Otros estudios revelaron diferencias importantes en la sensibilidad de distintas especies estrechamente relacionadas e incluso entre distintas ramas de una misma especie. Los investigadores aclararon que algunas especies toleran la acidificación que se produce en un rango amplio de concentraciones de CO2, mientras que otras se muestran más sensibles. Una mayor concentración de CO2 también provoca retrasos en el desarrollo larvario de crustáceos, bivalvos y equinodermos.
Sensibilidad de las especies
Algunas especies mostraron sensibilidad a la acidificación durante incubaciones cortas, lo que implica que su sensibilidad desaparece cuando se mantienen a una alta presión de dióxido de carbono (pCO2) durante periodos prolongados de tiempo. Otros estudios apuntaron a que la acidificación oceánica reduce la tolerancia térmica de muchos organismos y que la interacción entre el calentamiento y la acidificación podría alterar la estructura y la biodiversidad de los hábitats.
Una prueba de la importancia de estos descubrimientos son los más de doscientos artículos publicados por los miembros de EPOCA en el transcurso del proyecto, el 21% del total de artículos científicos sobre acidificación oceánica publicados durante el mismo periodo. EPOCA también ha creado herramientas y métodos que ya están siendo usados por la comunidad científica y los responsables políticos y sus resultados influirán en estudios posteriores sobre las repercusiones socioeconómicas de la acidificación oceánica.
El Dr. Jean-Pierre Gattuso, investigador sénior del CNRS-Université Pierre et Marie Curie (Francia), sostuvo que: “El proyecto ha recabado apoyo e interés considerables a nivel internacional. El “Grupo de usuarios de referencias sobre acidificación oceánica” (OA-RUG) de EPOCA, creado durante el proyecto, ha evolucionado con rapidez para incluir otros programas científicos relacionados de Reino Unido, Alemania y la región del Mediterráneo. La inclusión reciente de otros países no pertenecientes a la Unión Europea dio lugar al “Grupo internacional de usuarios de referencia sobre acidificación oceánica” (iOA-RUG), que contó con el apoyo de la Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco”.
El Dr. Gattuso entiende que la atención y la difusión internacional que ha recibido la investigación europea sobre la acidificación oceánica se debe a los esfuerzos de la Comisión: “La financiación europea ha garantizado que el legado de EPOCA tenga continuidad y que este tipo de investigaciones se mantenga a través de otros canales europeos como el proyecto europeo MedSeA ("MEDiterranean Sea Acidification in a Changing Climate"). También contamos con financiación adicional aportada por la Fundación BNP Paribas para un proyecto de tres años de duración que nos permitirá proseguir con nuestra labor”.
EPOCA recibió fondos por valor de 6,5 millones de euros de la Comisión Europea de un presupuesto total de 16 millones de euros.