El Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) inageró el pasado 2 de julio la exposición "Los colores del agua", organizada por Obra Social Caja Madrid y comisariada por el naturalista y escritor Joaquín Araújo. El acto de presentación ha contado con la presencia de Alfonso Navas, Director del Museo Nacional de Ciencias Naturales y Gustavo de Álvaro, Director de Caja Madrid Zona Castellana. La muestra, que permanecerá en el Museo hasta el 29 de octubre de 2008, pretende mostrar a los visitantes la situación actual del agua en nuestro planeta y que, mediante un conocimiento más profundo de sus peculiaridades, se conciencien de la importancia de preservarla y respetar cada una de sus formas y colores.
La mayoría de las personas piensan que sólo existe lo que tienen ante sus ojos. Y en muchas ocasiones descubren que esto no es cierto. El agua que forma parte de la superficie de la Tierra sólo constituye el 0,4 por ciento de la que descansa en el Planeta y de este porcentaje el ser humano no utiliza más del 0,8 por ciento.
Es fácil imaginar cuánto desconocemos del líquido que nos da la vida, ya que participa en todos los eventos importantes que ocurren en nuestro planeta. Por suerte, Araújo y otros muchos naturalistas y científicos sí son conscientes de las diferentes formas y organismos en los que se manifiesta, e intentarán, a través de seis bloques temáticos, acercarnos a ellos.
Después de una breve introducción, en "Agua azul", por ejemplo, se mostrarán los estados en los que puede encontrar este líquido (mares, espumas, cuevas, nieves…), algunos de ellos "en la retaguardia", como es el caso de los embalses, imprescindibles para la supervivencia humana. Y es que, en contra de lo que pueda parecer, España es el país con mayor número de embalses por persona y superficie del mundo.
El tercer bloque, "Agua verde", destaca la importancia de los bosques como generadores y conservadores de agua. De hecho, en ellos hay mucha más agua que en los ríos y, además, devuelven a la atmósfera decenas de miles litros de este líquido al cabo del año. Pero también otros organismos vivos poseen en su interior gran parte del agua del planeta. Es el caso de los pepinillos, quienes en su interior esconden más agua que el propio mar, las plantas no leñosas (80-95 por ciento de agua), los animales invertebrados acuáticos (más del 90 por ciento de agua) o los vertebrados (más de un 60 por ciento).
"Agua gris", ya en un cuarto espacio, muestra las distintas enfermedades a las que nuestra civilización ha abocado a este líquido por los excesos realizados y las consecuencias que tendrán. Muestra irrefutable de estos males son, entre otras, las distintas especies exóticas invasoras que están desplazando a los inquilinos faunísticos de nuestras aguas dulces.
El quinto bloque, "Agua transparente", está dedicado a proponer soluciones para la conservación y sostenibilidad del medio acuático. En concreto, plantea recuperar ciertas costumbres del pasado como los aljibes y otras técnicas para el almacenamiento del agua de lluvia.
La exposición la cierra el documental "Hacia la transparencia", que resalta las bellezas del agua libre, fresca y transparente, y la conclusión de que "toda agua que circule o forme parte de la vegetación o de los suelos es tanto o más productiva que la destinada a satisfacer directamente nuestras necesidades. El agua nos limpia. Lo lógico es que nosotros la limpiemos tras usarla".