Presidida por el expresidente de Costa Rica José María Figueres, el Ministro sudafricano Trevor Manuel, y el exministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido David Milliband, la Comisión agrupa a personalidades políticas del mundo entero con gran experiencia, incluido exjefes de Estado, exministros de Asuntos Exteriores, de Finanzas, y de Medio Ambiente, así como empresarios de prestigio y especialistas en desarrollo.
En 2013 y 2014, la Comisión analizará las amenazas principales que afectan a las aguas internacionales designadas como “alta mar”, un área que corresponde casi a la mitad de la superficie del Planeta Tierra y no pertenece a ningún país. Esta gran porción del océano mundial está sometida a una presión severa y creciente debido a la sobrepesca, el deterioro de hábitats vitales, el cambio climático y la acidificación del océano.
La Comisión publicará sus recomendaciones finales a principios de 2014, año en el que la Asamblea General de las Naciones Unidas empezará a debatir sobre las medidas a tomar para la protección de la biodiversidad en alta mar.
Según José María Figueres, “el mundo debe encontrar, de forma urgente, una mejor manera de gestionar los océanos, de frenar el abuso de sus valiosos recursos, y de asegurar su protección para las generaciones presentes y futuras”.
Una problemática central es que la tecnología y la industria han evolucionado rápidamente desde que se adoptó el Convenio de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CNUDM), de 1982. Esto conlleva que la protección de la biodiversidad y la regulación de los usos emergentes, como la bio-prospección, sean insuficientes, y que las medidas para combatir la pesca ilegal no sean eficaces. Esta situación amenaza la seguridad alimentaria, los derechos humanos, la seguridad nacional y los medios de subsistencia de las comunidades.
Según David Miliband, “el Derecho del Mar ha supuesto un hito importante, pero un marco de gobernanza para cumplir su meta y objetivos es urgentemente necesario para el océano mundial actual”.
El lanzamiento de la Comisión Océano Mundial se produce cuando numerosos gobiernos, economistas, científicos, empresarios e instituciones internacionales sugieren la necesidad de una reforma.
Según Trevor Manuel, Ministro de la Presidencia de Sudáfrica, “la Comisión Océano Mundial surge en un momento clave. La población mundial se encamina hacia los nueve mil millones de personas. Todas necesitan de un acceso equitativo a los recursos para mantener su forma de vida. Por eso un océano mundial en buena salud y bien gestionado es esencial”.
Necesidad de reforma
Existen datos recientes a favor de una reforma:
- Aproximadamente la mitad de los recursos pesqueros del Planeta han sido explotados a sus niveles de rendimiento máximo sostenible, y un tercio los superan, incluido algunos alcanzando la extinción comercial.
- La sobrepesca supone para la economía mundial unas pérdidas estimadas en 50 mil millones de dólares anuales.
- El cambio climático obliga a ciertas especies marinas a emigrar de sus emplazamientos naturales de origen, y podría reducir el espacio vital de algunas especies importantes de peces.
- Según las Naciones Unidas, los buques de pesca no declarada y no reglamentada (IUU en inglés) se ven a menudo implicados en actos de terrorismo o de tráfico de seres humanos (incluido de menores), de drogas y de armas, y presentan condiciones laborales que se asemejan al trabajo forzado.
Según el Profesor Alex Rogers, del Departamento de Zoología y del Somerville College en la Universidad de Oxford, y Director Científico del Programa Internacional sobre el Estado del Mar (IPSO), "el deterioro continuo de los océanos, fruto de la acción del Hombre, tiene implicaciones mayores para la biosfera y para nuestro futuro. Como biólogo marino, testigo de primera mano de la deterioración de los ecosistemas marinos, acojo la creación de la Comisión, convencido de que podrá favorecer un clima favorable para la gestión de los océanos para el disfrute de las generaciones venideras”.
Cristina Narbona, exministra de Medio Ambiente española, que también forma parte de la Comisión, ha comentado así el sentido de su compromiso: “En la Cumbre Río+20, se promovió la conservación y la gestión de la biodiversidad en alta mar. Pero todavía tenemos que sumar fuerzas hacia un consenso internacional”.