Oceana pide el cierre inmediato del refugio de Cabrera hasta que este cuente con un sistema de última generación de tratamiento de aguas que garantice la depuración de sus aguas residuales y la no afección a la calidad de las aguas del Parque Nacional y los importantes ecosistemas marinos que este alberga.
“Cuando se nos informó en la reunión de patronato del Parque Nacional sobre la intención de abrir este refugio, nos aseguraron que no causaría ningún impacto sobre los ecosistemas marinos y que tenían todas las medidas de mitigación previstas. Es decir, la información proporcionada al patronato por la Conselleria y la dirección del parque no se ajustaba a la realidad”, afirma Xavier Pastor, director ejecutivo de Oceana en Europa. “Es inadmisible que se produzcan estos vertidos de aguas residuales en un Parque Nacional, la figura de protección más importante y exigente en España. Por ello, pedimos que se depuren responsabilidades”.
El Parque Nacional de Cabrera es el único Parque Nacional del Mediterráneo español que cuenta con parte marina. Debido a la importancia de los ecosistemas y especies marinas que alberga, este Parque fue declarado hace ya más de 20 años.
Ahora debería ser el momento de mejorar su gestión y ampliar los límites del parque a zonas donde institutos de investigación públicas, como el Instituto Español de Oceanografía y el CSIC, y ONG como Oceana, han demostrado la presencia de ecosistemas protegidos, como el arrecife de coralígeno del Fort d’en Moreu, y estructuras que la ley de parques nacionales exige que se incluyan en estos parques, como el escarpe de Emile Baudot. Oceana considera incomprensible que se permitan vertidos de aguas residuales en un lugar que debería ser cuidado como una joya del mar de Baleares.