Manifiesto
A través del manifiesto conjunto “Ríos sin barreras” que se difundirá en varias jornadas y congresos científicos de próxima celebración, investigadores especialistas en ríos y ecología fluvial y diversas ONG solicitan a las administraciones españolas y portuguesas del agua, Confederaciones Hidrográficas y Agencias Autonómicas del Agua, la demolición de las presas y obstáculos inútiles que interrumpen el flujo de agua de los ríos ibéricos. Esta es una de las medidas prioritarias para que las masas superficiales de agua alcancen el buen estado ecológico que exige la Directiva Europea Marco del Agua.
En los ríos de la península Ibérica existen más de 1.230 grandes presas y un número indeterminado de varios miles de pequeñas presas y azudes construidos con distintos fines, que han facilitado el desarrollo económico de nuestra sociedad desde hace siglos.
Sin embargo, la evidencia científica ha demostrado que las presas y azudes fragmentan los ríos, lo que tiene diversos efectos negativos sobre la flora y fauna acuática y el funcionamiento de los ecosistemas fluviales, así como sobre los numerosos bienes y servicios ambientales que su funcionamiento presta a la sociedad. Por ello, las sociedades científicas y ONG medioambientales quieren llamar la atención de la sociedad en general y lanzan un manifiesto en favor de la demolición de las presas y los obstáculos obsoletos existentes en los ríos.
La importancia de esta problemática es el motivo por el se ha considerado un asunto de relevancia a tratar en la realización en las próximas semanas de tres actos de ámbito científico-técnico y divulgativo que abordaran la situación actual de los ríos afectados y las posibles soluciones.
En estas actos se pretende poner en evidencia a las administraciones del agua en España y Portugal, a través del Manifiesto conjunto, la necesidad de integrar en la gestión de los ríos las medidas correctoras adecuadas para superar los obstáculos (los dispositivos de paso para peces, el mantenimiento de régimen de caudal ecológico, la creación de hábitats, etc.) y la eliminación de las presas y obstáculos al finalizar su ciclo de vida útil o al cesar su aprovechamiento o concesión.
Las organizaciones firmantes quieren declarar que estas acciones permiten la recuperación de los ríos y de sus peces a la vez que reducen los riesgos asociados a su abandono o rotura, disminuyen los gastos asociados al mantenimiento de infraestructuras obsoletas, y sobre todo, reducen los riesgos de inundación de las zonas situadas aguas arriba de la presa.