Las sustancias que acaban en los ríos de España, como plaguicidas o herbicidas, que provienen de vertidos o del uso de la agricultura intensiva, ven “aumentada su toxicidad” en el medio ambiente convirtiéndose en otros elementos “más perjudiciales” de lo que eran antes a causa de la degradación y el cambio climático, apuntan diversos expertos.
Fertilizantes y herbicidas en los ríos
El portavoz ha mencionado que la problemática del Mar Menor esté relacionada con el uso de fertilizantes y, probablemente, “todo esto nos está diciendo que la agricultura industrial altamente dependiente del uso de productos químicos tiene efectos contrarios al medio ambiente”.
El plaguicida más vendido en España y a nivel mundial actualmente es el ‘glifosato‘, un herbicida sistémico que se absorbe por las raíces de la planta y que se encuentra en todos los tejidos del vegetal, se trata de una sustancia que “no discrimina y ataca a todo tipo de vegetales”, ha detallado.
Contaminantes en los ríos
Este producto acaba en los ríos “simplemente por un uso masivo”, en cifras se contabiliza que en 2019 en España se vendían “aproximadamente once millones de litros de glifosato“, por lo que supone una “elevada” probabilidad de que se disperse y acabe contaminando el medio acuático y, en general, “contamine la vida”, ha explicado Koldo Hernández.
Sin embargo, herbicidas como el glifosato no es la única sustancia que se puede encontrar en los ríos, el portavoz de Ecologistas en Acción, ha denunciado que hay una gran cantidad de contaminantes y bacterias en los cauces fluviales que se desconocen, de los que “no existen datos“.
Medidas contundentes
El portavoz de la organización de WWF, Juanjo Carmona, ha explicado a Efe que entre un 40% y un 60% de los ríos y humedales en España están en “mal estado“, “de acuerdo con los parámetros de la directiva del Marco del Agua de la Unión Europea”.
Y es que los herbicidas o plaguicidas son “extremadamente persistentes” y pueden llegar a durar años en el ecosistema, enfatiza.
Declive de ictiofauna
Además, afectan a una biodiversidad ya de por sí muy degradada con un total de veinte especies de río en peligro “crítico” de extinción, como el ‘Esturión europeo’ que surcaba las aguas del Guadalquivir.
Su índice de contaminación puede verse reflejado a la larga, en caso de que las aguas se evaporen, de “episodios de lluvia ácida“, así como problemas de abastecimiento de agua potable o adecuada para el baño, por lo tanto, no solo se habla de “problemas ambientales”, sino también de “problemas económicos”, porque habrá menos agua de la que se pueda disponer.
La investigadora del Instituto Madrileño de Estudios Avanzados de Madrid (IMDEA), María Blanca Sánchez, ha asegurado a Efe que, a la hora de establecer medidas, “hay que tomar decisiones en su conjunto”, es decir, no solo tener en cuenta la salud humana y cómo la contaminación afectar a la sociedad, sino también su impacto en la salud ambiental y animal.
Sobre si es posible recuperar los cauces contaminados, los expertos discrepan y mientras el portavoz de Ecologistas en Acción, Hernández que sostiene la “imposibilidad” de hacerlo, Carmona muestra esperanza: en zonas arrasadas por una catástrofe ambiental, después “se ha vuelto a ver vida”.
Fuente: Beatriz Naya / EFE VERDE,
Artículo de referencia: https://www.efeverde.com/noticias/degradacion-sustancias-rios-toxicidad/,