Un experto del departamento de Biología y Vegetal de la Universitat de València (UV), Jorge Batlle, alertó ayer del creciente deterioro en la calidad del agua y en la dregadación «difícilmente reversible» de suelos y acuíferos como consecuencia de la salinización.
Así lo indicó Batlle en su charla «La salinización, una amenaza de desertización creciente con el cambio climático», que ofreció hoy en el curso «Salinidad y disponibilidad del agua dentro del escenario del cambio climático», que se imparte hasta mañana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
Al respecto, Batlle, también director de este seminario, expuso que la salinidad «es un problema muy importante de desertización» que «actúa sobre los sistemas más productivos», lo que resulta, según dijo, «doloroso desde el punto de vista económico». «Es una dregadación muy sutil, progresiva, ligada a productores», agregó.
Batlle aseveró que este problema afecta a la Comunitat en general, aunque en concreto a municipios de la Plana de Castellón o del Bajo Segura «en mayor o menor grado». Afirmó, en este sentido, que hay una creciente escasez y deterioro de calidad del agua; problemas con el suministro de agua que generan conflictos; degradación de suelos y acuíferos; presión creciente sobre suelos marginales; o alteración irreversible de equilibrios regionales.
Asimismo, advirtió de que los entornos salinos son medios «concentradores» de especies químicas, y subrayó que existe el riesgo de una nueva puesta en circulación de los tóxicos acumulados.
Frente a ello, destacó que se pueden prevenir los riesgos de salinización haciendo un inventario; un análisis de vulnerabilidad; anticipación de condiciones; cartografía de suelos actualmente afectados por salinidad; de zonas con riesgo de salinización y modelización de escenarios y recomendación de alternativas.