El proyecto se ha programado en suelo rústico, cerca del hotel Sur Menorca. La primera pregunta que surge es precisamente por qué se ha de construir una instalación así en suelo rústico. En Menorca existen al menos cuatro parques acuáticos (Cala en Blanes, Cala en Bosc, Son Bou y Arenal d´en Castell) y los cuatro están en suelo urbano.
Con la ordenación territorial vigente (con el PTI y los planeamientos municipales actuales) Menorca tiene suelo clasificado como urbano para crecer un 30% más de lo que ahora está construido. Con estos parámetros, ¿dónde es la necesidad de ocupar un suelo rústico que no tiene previsto ser transformado?
Luego está el problema del consumo de agua. Más de un 70% del agua que prevén gastar, saldrá de la red municipal (38 toneladas diarias) o de un pozo (34 toneladas diarias) que se abastece del mismo acuífero que los pozos municipales.
El acuífero de San Luis no se encuentra precisamente en una situación óptima. Las analíticas mensuales de nitratos arrojan datos de 50 mg / lt (el máximo que permite la normativa sanitaria) y tienen varias zonas que están sufriendo intrusión marina (el mar invade el subsuelo) debido a que se extrae más agua de la que la que entra en el acuífero.
No termina aquí el problema del agua. Resulta que el pozo del que se quieren abastecer no está legalizado. No consta en los registros públicos y por tanto no está sometido a ningún sistema de control de extracciones. Y este conjunto de incongruencias se está tramitando con la intención de ser declarado de interés general.
El GOB ha expuesto las contradicciones legales y de sentido común que se encuentran en esta iniciativa y ha presentado alegaciones formales durante el trámite de exposición al público.