Tal y como se ha diseñado, el Plan no resolverá los problemas ambientales de Doñana y consolidará una situación de competencia desleal entre agricultores, poniendo al mismo nivel a los que respetan la ley y a los que no. La organización pide un informe negativo del plan y que se modifique para que resuelva los problemas de la agricultura en Doñana a largo plazo y no se limite a legalizar regantes ilegales.
WWF rechaza el Plan de la Fresa presentado por la Junta de Andalucía porque pretende descatalogar 2.000 hectáreas de Monte Público transformadas sin permiso en regadíos y pedir a la Administración del Estado que ignore que 4.000 hectáreas continúan regando de pozos ilegales.
La organización acude mañana a la reunión del Consejo del Espacio Natural de Doñana, que debe informar el plan, para oponerse a que se amnistíe el uso ilegal del agua y el suelo en la zona. Según WWF, esta propuesta de la Junta de Andalucía no sólo cuestiona el estado de derecho, sino que conlleva graves consecuencias ambientales, sociales y económicas.
La actual dispersión de fincas y de infraestructuras asociadas, resultado de un crecimiento agrícola no planificado -caminos, tendidos eléctricos y ahora tuberías- tiene un coste de mantenimiento muy elevado para las administraciones, incluidas las locales.
De hecho, el plan prevé una inversión de casi 22 millones de Euros para este fin, coste que deberán asumir el MAGRAMA, la Junta y los Ayuntamientos, aunque no queda claro en qué proporción ni con qué nivel de compromiso. Esa dispersión de infraestructuras y de fincas supone además un importante efecto barrera que afecta a la conservación del Parque Nacional de Doñana, que no se superará con la creación de corredores teniendo en cuenta que en ellos se podrá mantener casi cualquier actividad y que no hay un plan de restauración claro previsto para ellos.
WWF recuerda que el acuífero de Doñana, que abastece de agua al Espacio Natural de Doñana, pero también a los vecinos de la comarca y a los propios agricultores, sigue empeorando cada año aunque llueva, como confirman los informes de la Confederación del Guadalquivir y UNESCO, y el propio Plan de la Fresa. En consecuencia, con la dotación prevista en el Plan y el agua disponible, incluso si se consiguiera que todos los agricultores respetasen su dotación y los usuarios legales no pusieran trabas a la revisión de sus permisos, en el caso más optimista, cada año seguirían sacándose del acuífero 4,3 hm3 de más. Un escenario más pesimista es previsible, teniendo en cuenta la escasa capacidad de control que han demostrado las administraciones y la poca voluntad de reducir las dotaciones de los agricultores, por lo que los niveles del acuífero continuarán descendiendo.
Para la organización, el Plan perjudica a los agricultores que durante años han respetado la Ley. Por el contrario, premia a quienes han realizado ocupaciones ilegales de suelo público, sustraído agua ilegalmente o cambiado los usos sin permiso, inundando los mercados de fruta y afectando a los precios que los agricultores legales han recibido estos años por sus productos, con el perjuicio económico que esto ha supuesto para quien ha cumplido con la normativa vigente.
Con el fin de contribuir a compatibilizar agricultura y medio ambiente en Doñana, en mayo de 2006 WWF publicaba el documento “Fresa y Naturaleza en Doñana: Corredores Ecológicos”, primera propuesta pública de reordenación del espacio agrario.
Las propuestas y denuncias realizadas por WWF tuvieron como principal consecuencia que el 4 de diciembre de 2007 la Junta de Andalucía anunciara la elaboración del “Plan Especial de Ordenación de los regadíos situados al norte de la corona forestal de Doñana” (conocido también como el Plan de la Fresa). Según declaró la administración autonómica: “con esta iniciativa, la Junta pretende solucionar el problema de la expansión de regadíos e invernaderos sin criterios de planificación, que en algunos casos han estrechado los corredores naturales, además de provocar la proliferación de las explotaciones de infraestructuras que no tienen en cuenta la racionalidad de costes y el impacto ambiental…”. Hace sólo unos días, casi seis años después de su inicio, la Junta de Andalucía anunció la presentación del documento de aprobación provisional para su discusión en el Consejo de Participación de Doñana.
Según Juan Carlos del Olmo, Secretario General de WWF España: “WWF lleva años trabajando por un plan de ordenación que haga compatibles agricultura y naturaleza, no por una amnistía que premia al que ha incumplido la ley y no resuelve los problemas ambientales del Espacio Natural de Doñana. El documento presentado por la Junta de Andalucía es inaceptable para nuestra organización”. Y concluye: “El futuro de Doñana exige que la Consejería de Medio Ambiente modifique el Plan en beneficio de los agricultores legales y el medio ambiente y no cree un peligroso precedente con esta amnistía”.