La Lista Roja de la UICN se basa en una metodología desarrollada por la UICN que comenzó como un conjunto de fichas de datos, en la década de los 50, las cuales se utilizaron para organizar un cuerpo cada vez mayor de información sobre la desaparición de mamíferos y aves. En 1964 estos datos fueron compilados y publicados, lo cual permitió que esta información se encuentre a disposición del público por primera vez, de esta manera comenzó oficialmente la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN.
Hoy en día la Lista Roja de la UICN es compilada y producida por el Programa de Especies de la UICN (una de las muchas iniciativas de la Unión), que trabaja en estrecha colaboración con la Comisión de Supervivencia de Especies, expertos de universidades, museos, instituciones de investigación, y organizaciones no gubernamentales. A medida que se sigue trabajando para reunir más información acerca de las especies de este planeta, se evalúa también el estado de conservación de éstas.
En la actualidad hay más de 71.000 especies en la Lista Roja de la UICN, de las cuales más de 20.000 se encuentran amenazadas de extinción. Un número creciente de grupos taxonómicos han sido evaluadas a través de esta metodología y a partir de estas evaluaciones se logró determinar que el 63 por ciento de las cícadas , el 41 por ciento de los anfibios , el 33 por ciento de los corales formadores de arrecifes , el 30 por ciento de coníferas , el 25 por ciento de los mamíferos, y el 13 por ciento de las aves están amenazadas de extinción.
La Lista Roja de la UICN informa a los tomadores de decisiones acerca del estado de las especies, esta información es integrada en leyes y convenios de todas las escalas políticas e influye en los recursos asignados a los esfuerzos de conservación. Esta metodología mide las tendencias de extinción y los impactos de la pérdida de biodiversidad para mejorar la planificación y asesorar las acciones de conservación, proporcionando al mundo una plataforma para la sensibilización y la educación, tanto para los investigadores del sector público como para los científicos.
La información generada por la Lista Roja de Especies Amenazadas es citada en varias publicaciones científicas y se la utiliza sistemáticamente para orientar a la conservación local, regional y global. Esta herramienta además ha permitido promover el interés de los seres humanos en las especies, hoy en día un mayor porcentaje de personas se interesan por conocer el estado de amenaza de una especie.
