La Coordinadora para el Estudio de lo Mamíferos Marinos (Cemma) informó ayer de la aparición de al menos una docena de delfines varados en el litoral gallego en la última semana, lo que sitúa el balance de cetáceos muertos en las costas de esta comunidad en más 200 ejemplares en lo que va de año.
Desde esta entidad consideran que la mayor parte de los fallecimientos se produce como consecuencia de las heridas que sufren los mamíferos cuando quedan atrapados por las redes los barcos pesqueros que faenan en la zona.
Alfredo López, presidente de Cemma, señaló que los cuerpos de los delfines han sido arrastrados a la costa por los fuertes vientos de los temporales que han asolado Galicia en la última semana. Son animales que ya estaban muertos y que fueron arrastrados a la costa. La semana pasada hizo mucho viento y eso hizo que aparecieran en diferentes puntos de Galicia , señaló.
Con los 12 de los últimos siete días el número de delfines fallecidos supera ya la cifra de 200 en lo que va de año en toda Galicia, lo que, en opinión de Cemma, podría suponer que en 2008 se supere la tasa anual de fallecimientos de cetáceos, que no suele rebasar la cifra de 220 ó 230 ejemplares, si bien en ocasiones puntuales se han llegado a registrar hasta 300.
No obstante, Alfredo López considera normal el elevado número de casos registrados en las últimas semanas, dado que los varamientos se concentran en los meses de abril y mayo debido a la confluencia de circunstancias climatológicas adversas y la intensificación de las labores de pesca.
Casos recientes
El hallazgo más reciente se conocía en la tarde del lunes, cuando el Cemma recibió el aviso de un delfín varado en Miño. El lunes el escenario se situaba en la playa de O Vilar, en Corrubedo, donde apareció el cuerpo de un ejemplar hembra de Caldeirón, de más de tres metros de largo.
Aún así, el mayor número de delfines arrastrados al litoral se contabilizó durante el fin de semana. El sábado se encontró un ejemplar en la zona costera de Aguiño, perteneciente al litoral de Ribeira, un ejemplar hembra de delfín riscado, de 2,1 metros de longitud, que estaba embarazada, por lo que su fallecimiento podría deberse a complicaciones en el proceso de gestación.
También el fin de semana aparecieron cuerpos de delfines en Vigo, O Grove y Porto do Son, si bien a este último se lo volvió a llevar la marea. Nos avisaron el sábado pero como el mar estaba bravo el domingo se lo llevó para dentro antes de que pudiéramos identificarlo , indicó Alfredo López.
El mayor número de varamientos se produce costa de Ribeira y las áreas colindantes, una circunstancia que el Cemma atribuye a las peculiaridades geográficas de la zona. Es un terreno muy abierto y muy influenciado por los vientos del sur, lo que hace que lleguen hasta aquí muchos cetáceos , apuntó.
Muerte accidental
El Cemma considera que la mayor parte de las muertes se produce de forma accidental cuando los delfines quedan atrapados en las redes de arrastre de los barcos pesqueros, algo que es habitual en estos meses cuando la pesca está en su temporada de mayor actividad.
Los cetáceos se acercan a las redes de los barcos para conseguir comida, aprovechando la concentración de peces, y muchas veces quedan atrapados y heridos. Cuando los marineros suben la pesca arrojan los cuerpos de los delfines al mar y pasados unos días llegan a la costa muertos o heridos arrastrados por el viento , expone Alfredo López. Sin embargo, el avanzado estado de descomposición de los cuerpos impide normalmente identificar la causa del fallecimiento del animal.
Reducir la mortalidad de estos mamíferos es una tarea que desde Cemma estiman muy difícil debido precisamente a las circunstancias en las que se producen los fallecimientos. Esto no ocurre porque se pesque mal, sino porque se pesca. La interacción de estos animales no está prevista en las labores de faena , asegura Alfredo López.
Por ello, desde Cemma tratan de determinar cómo, cuándo y dónde se producen los fallecimientos con el fin de que a medio plazo se logre reducir el elevado número de víctimas.
Alfredo López cree que la clave podría estar en combinar un mayor desarrollo tecnológico que permita, por ejemplo, localizar a los pescadores de los lugares donde se concentra un mayor número de cetáceos para que eviten esas zonas, con cambios en las prácticas de pesca.
Reconoció también que estas medidas deberían ir acompañadas de la correspondiente inversión de las administraciones. Cualquier acción de conservación reviste un coste económico. Eso habría que evaluarlo, estudiarlo y compensarlo si llega el momento. Esa es nuestra línea de negociación con la Consellería de Pesca , dijo.
Zona de arroaces
Las zonas costeras del Salnés y del Barbanza son las que registran una mayor concentración de cetáceos en el conjunto del litoral gallego. El Cemma señaló que una de las especies con mayor presencia en éstas áreas son loa arroaces, ya que viven en éstas casi todo el año. No son los más abundantes pero sí los que conocemos más de cerca ya viven aquí , subrayó.
Este organismo señaló también que no son estos pobladores habituales los que registran el mayor número de fallecimientos sino los que estás en las plataformas pesqueras, donde la presión de las capturas es más fuerte.