El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, junto con las Comunidades Autónomas y el Instituto de
Conservación de la Naturaleza, han constatado, en base a los datos obtenidos durante 2008, la continua recuperación de la especia de águila imperial ibérica, tras comprobarse la existencia de 19 nuevos territorios reproductores, alcanzando la cifra de 253 en toda la península ibérica, 249 de los cuales están ubicados en España y 4 en Portugal.
También ha aumentado el número de pollos que volaron sin novedad en los nidos controlados, en total 310, lo que supone 58 pollos más que en 2007, destacando Castilla- La Mancha, que sigue siendo donde mayor número de territorios existen.
La tasa de incremento anual fue del 8.1 %, la más alta de los últimos años; siendo más rápida y notable en Castilla-la Mancha, mientras que en Castilla y León, y debido al intenso programa de alimentación suplementaria que allí se realiza, se obtuvo la mayor productividad registrada en los últimos años en una Comunidad Autónoma (1.63 pollos/pareja).
El área de distribución continua también aumentando, destacando la aparición de nuevos territorios en la provincia de Albacete, así como en la de Valladolid y en las zonas limítrofes con el sur de Portugal, donde además de las 4 parejas territoriales localizadas, existen otras dos posibles. En Espacios Naturales Protegidos se localizaron unos 54
territorios y alrededor de 200 en ZEPA.
Los datos muestran que la especie continua en recuperación poblacional debido, principalmente, al trabajo coordinado de las administraciones, con la ayuda de las ONG, en la aplicación de una serie de medidas consensuadas y concretas, que se han mostrado eficaces y prácticas como la lucha contra el uso ilegal de venenos, en la corrección de líneas eléctricas peligrosas, los programas de alimentación suplementaria a pollos en nido con problemas, la vigilancia de nidos expuestos a molestias y la protección singular dispensada por las propiedades privadas donde habitan las águilas.
La especie dispone de 3 Planes de recuperación aprobados oficialmente por Castilla y León, Extremadura y Castilla-La Mancha y además existe desde 2001 una Estrategia nacional para su conservación, que por acuerdo del grupo de trabajo será objeto proximamente de una revisión y actualización.