Un nuevo informe de la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) ha lanzado una alerta global: estamos al borde de un colapso irreversible de los ecosistemas si no actuamos de manera inmediata y radical para cambiar nuestra relación con la naturaleza.
Publicado estos días tras tres años de investigación y la participación de más de 100 expertos de 42 países, el informe sobre el cambio transformador advierte que la pérdida de biodiversidad está avanzando a un ritmo alarmante, poniendo en peligro la supervivencia de numerosas especies y la estabilidad de los ecosistemas.
La salud del mundo
Según los científicos, la causa principal de esta crisis es la desconexión cada vez mayor de las personas con el mundo natural, así como la concentración de poder y riqueza en manos de unos pocos, lo que ha llevado a priorizar las ganancias económicas a corto plazo sobre la salud del planeta.
Para evitar un desastre ecológico sin precedentes, el informe propone un «cambio transformador» que abarque todos los aspectos de nuestra sociedad, desde los sistemas económicos hasta las estructuras de poder. Este cambio debe basarse en cuatro principios fundamentales: equidad, inclusión, respeto por la naturaleza y aprendizaje continuo.
Ese cambio «es urgente porque se está cerrando rápidamente la ventana de oportunidad para detener y revertir la pérdida de biodiversidad y de impedir que se desencadene el declive potencialmente irreversible y el colapso previsto de las funciones clave de los ecosistemas», afirmó la profesora Karen O’Brien, copresidenta de la evaluación.
Graves riesgos
Tal y como argumenta esta experta, “según las tendencias actuales, existe un grave riesgo de que se produzcan varios puntos de inflexión biofísicos irreversibles, como la desaparición de los arrecifes de coral de baja altitud, la extinción de la selva amazónica y la pérdida de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida occidental».
Los especialistas advierten que retrasar la acción tendrá consecuencias devastadoras, no solo para el medio ambiente, sino también para la economía global. Por el contrario, invertir en la conservación de la biodiversidad y en prácticas sostenibles puede generar millones de empleos y billones de dólares en nuevas oportunidades de negocio.
El mensaje es claro: la humanidad se encuentra en una encrucijada. Podemos seguir por el camino actual, arriesgando nuestro futuro y el de las generaciones venideras, o podemos elegir un camino diferente, basado en la sostenibilidad y el respeto por la naturaleza. La decisión está en nuestras manos.
