Cuando se habla de cuidar del planeta, de proteger la biodiversidad o de frenar el cambio climático, no nos paramos a pensar que nuestras acciones cotidianas, por insignificantes que parezcan, influyen enormemente.
La humanidad forma parte de esa naturaleza y la paradoja en la que nos encontramos es que, cuanto más la explotamos, más reducimos la posibilidad de un desarrollo sostenible para la propia supervivencia. Hay que tomar conciencia de que la economía, la salud y el bienestar dependen de los recursos naturales.
Es importante buscar acciones para el cuidado de la biodiversidad y evitar el aumento de contaminación, la intensificación agrícola, la poca disponibilidad de nutrientes y el aumento de las emisiones de CO2.
Consumir productos ecológicos, respetando así la biodiversidad
La agricultura ecológica evita el agotamiento de los suelos y respeta los ecosistemas que los rodean. Todo ello gracias al uso de técnicas de producción menos agresivas, el cultivo de especies autóctonas y el uso de fertilizantes y pesticidas no químicos.
Asegúrate que tus frutas y hortalizas sean de producción local y estacional (requieren pocos medios de conservación y de transporte), que su envasado se haya reducido al mínimo y evita el empaque de plástico.
Cuidar y respetar la naturaleza
Arrojar residuos en la naturaleza afecta al medio ambiente y puede provocar consecuencias desastrosas. Colillas y chicles intoxican a los animales que los ingieren, mientras que otros residuos tienen efectos negativos a largo plazo, como los plásticos que tardan cientos de años en degradarse y, cuando lo hacen, liberan sustancias tóxicas.
Las pilas o baterías contienen metales pesados que se filtran por el suelo y contaminan. Por lo tanto, utiliza siempre las papeleras públicas, recicla todo lo que puedas e incorpora los principios de economía circular a tu día a día.
Utilizar productos para el hogar no contaminantes
Incluso después de pasar por las depuradoras, el agua que llega a los ríos contiene una gran cantidad de sustancias químicas presentes en los productos de limpieza actuales. Estos componentes, que con frecuencia son muy contaminantes, pueden tener graves repercusiones sobre la biodiversidad, especialmente en los ecosistemas marinos y en nuestra salud.
Elige productos con etiqueta ecológica y reemplaza los productos comerciales por opciones naturales. Y, sobre todo, haz un uso sostenible de estos y de los recursos como el agua y la energía.
La pérdida acelerada de biodiversidad es un claro síntoma de la degradación que está sufriendo el planeta. Todos podemos ayudar a proteger la biodiversidad, mediante pequeñas acciones en nuestros hábitos diarios sin cambiar radicalmente nuestro estilo de vida. La suma de estos pequeños gestos puede ser una gran ayuda.
Fuente: STOP CAMBIO CLIMÁTICO,
Artículo de referencia: https://www.stopcambioclimatico.es/2020/05/29/como-proteger-la-biodiversidad/,
hola