Un grupo de investigación de la Estación Biológica Corrientes (EBCo), dependiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) trabajó con alumnos de dos colegios secundarios en el diseño de puentes pasafauna para ser colocados en la Ruta Provincial Nº 8, de la provincia de Corrientes. El proyecto está orientado a preservar las poblaciones de monos de la zona y de otras especies de animales arborícolas, que se ven afectadas por el tránsito vehicular.
“Empezamos a encontrar monos muertos, a identificar lugares a donde bajan, los atropella un auto o los atacan los perros del vecindario. Como causa de la fragmentación del bosque los monos que se desplazaban por determinados lugares, ahora tienen que hacerlo por otros e inclusive de nuevas formas, como descender al suelo o utilizar cables del tendido eléctrico”, expresó Martín Kowalewski, investigador adjunto del CONICET y director de la Estación Biológica Corrientes, en referencia a cómo surgió la idea del proyecto.
La Estación se encuentra en San Cayetano, ubicado en el municipio de Riachuelo, a veinte kilómetros de la ciudad de Corrientes. En los últimos años esta zona sufrió una fuerte urbanización a causa de la instalación de casas quintas e industrias que provocaron un aumento del tránsito en las rutas provinciales, interviniendo con el ecosistema.
“Había hecho unos viajes a México y a Brasil, donde vi estos proyectos de puentes para monos. También hablé con un colega mexicano que estaba haciendo unos puentes en sur de ese país y me dije ‘vamos a hacer nosotros también esto a ver que sale’”, expresó el investigador. Por cuestiones de tiempo y de extensión al medio, el grupo decidió involucrar a dos escuelas secundarias: la de San Cayetano –que es la de la localidad- y una privada de la ciudad de Corrientes, el Instituto Pío XI.
Está prevista la construcción de cinco puentes, con postes madera y la pasarela con alambres de acero y pallets, que son residuos de la industria forestal donados por empresas de la zona. “Con los chicos se diseñó el puente y con ayuda de algunos padres, que son ingenieros y arquitectos, tomamos planos de lo que se hizo en Iguazú. Lo presentamos en Vialidad Provincial y fue aprobado, después salimos a buscar el resto de los permisos necesarios. La Municipalidad de Riachuelo enseguida nos apoyó, va a ser la primera comunidad en Corrientes con un proyecto de este estilo”, comentó Kowalewski.
Los alumnos de los colegios trabajaron en talleres de conservación ambiental, bajo la guía de la licenciada Viridiana González, profesional adjunta del CONICET y encargada de las actividades de extensión al medio y educación de la Estación. Allí, se elaboró toda la idea del proyecto, se buscaron donaciones de materiales para la construcción de los puentes –que aún están en la búsqueda de aportes-, etc. Por su parte, el municipio aportará la mano de obra para la construcción de los mismos.
“Lo importante es que los chicos van entendiendo que el proyecto no es sólo una cuestión de que los monos y otra fauna utilicen el puente –como el aguará popé, las comadrejas, etc.-, el trasfondo es que vinculamos dos realidades diferentes y los unimos en el problema de conservación, que es el avance sobre los recursos y cómo nos afecta como sociedad. Nuestro objetivo es generar una toma de conciencia sobre la protección de los recursos naturales”, explicó el investigador.
Por su parte, la escuela secundaria de San Cayetano diseñó otro estilo de puente fabricado con cañas de tacuara, y para unir, la utilización de bolsas de residuos anudadas como sogas. Este puente es menos resistente que el diseñado para la ruta, de manera que será colocado en el mes de marzo dentro de la Estación Biológica Corrientes, como una manera de concreción de la primera etapa de actividades con las escuelas.
Investigar y proteger la diversidad
La Estación Biológica Corrientes depende del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia –CABA-, y por ende, del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Posee unas cien hectáreas de superficie y su director es el investigador adjunto, doctor Martín Kowalewski, quien trabaja allí con técnicos y becarios.
En cuanto a la biodiversidad, la Estación cuenta con más de ciento setenta especies de aves registradas, y en grandes mamíferos, se pueden encontrar primates, zorros, aguará guazú, lobitos de río, guazunchos, yaguarundíes, carpinchos y también se encuentran yacarés. El espacio tiene una diversidad de ambientes, que se observan camino hacia el río Riachuelo: montes, esteros, grandes lagunas, palmares y tres kilómetros de costa de río con unos quinientos metros de playa.
“Hay un proyecto del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación para vincular el ambiente científico con el eco-turismo. Está proyectado que se forme una reserva provincial, con la institución científica instalada en el centro. Se prepararía el lugar para recibir gente, con instalaciones sanitarias, salón de usos múltiples, habilitar nuevos senderos con pasarelas entablonadas y que sean autoguiados, es decir que la gente pueda recorrerlos guiados por un pequeño plano”, expresó Kowalewski.
Pocos lugares en el país y en el mundo tienen este concepto de institución científica inserta en un área protegida, lo cual le da un valor agregado al espacio. Allí los estudios están principalmente enfocados en primates, como ser enfermedades infecciosas, relaciones de amistad, perfiles hormonales y estrategias reproductivas, comportamientos juveniles en monos, etc. Allí, en seis años, se han producido varias tesis de licenciatura, dos tesis doctorales y hay cuatro en curso lo cual constituye una producción importante.