Los árboles jóvenes recién plantados o que estén en zonas remotas son más vulnerables a las épocas de sequía. Para aportarles el agua mínima que los salve en estos periodos se puede condensar el vapor de agua del aire. De esta forma, se puede generar rocío artificial en el momento en que aparecería si hubiera la suficiente humedad y barrer las gotas del mismo antes de que se vuelvan a evaporar. El agua así obtenida se conduce hasta la zona de la raíz del árbol, permitiendo al mismo sobrevivir.
El dispositivo inventado, RAMA, elige el momento del día en que la humedad relativa es mayor y condensa agua mediante el uso de células peltier. El control de la temperatura objetivo se realiza de forma precisa mediante un procesador que tiene en cuenta las condiciones ambientales para calcular cuál es la temperatura a la que se condensará el agua sobre la cara fría de las células peltier.
El sistema es alimentado mediante energía solar fotovoltaica, que durante el día recarga las baterías y, al amanecer, periodo más propicio para la condensación, suministra energía a las células peltier, que tienen la propiedad de generar frío en una de sus caras y calor en la cara opuesta. El calor es evacuado por ventilación y el frío se aprovecha para la condensación del agua. La temperatura de ambas caras es supervisada mediante sondas termopar. El agua condensada es empujada mediante un sistema de barrido para evitar su evaporación y canalizada a la raíz del árbol. Este dispositivo ha sido protegido mediante una patente.
Se espera que RAMA pueda ser una alternativa más para la obtención de agua en fases críticas del crecimiento de árboles y así mejorar los resultados de reforestaciones o nuevas plantaciones. En un futuro, se podrá miniaturizar el sistema e integrar de tal forma que se abaraten los costes y se mejore su capacidad de obtención de agua.