El 22 de abril se celebra el Día Internacional de la Madre Tierra, aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante la resolución A/RES/63/278 de 22 de diciembre de 2005, teniendo en cuenta que en muchos países se celebra el día de la Tierra, y con el objetivo de alcanzar un justo equilibrio entre las necesidades económicas, las sociales y las ambientales de las generaciones presentes y futuras, y para promover la armonía con la naturaleza y la Tierra.
Este día de la Madre Tierra es el primero que se celebra dentro del Decenio de la ONU para la Restauración de Ecosistemas. Los ecosistemas sustentan todas las formas de vida de la Tierra. De la salud de nuestros ecosistemas depende directamente la salud de nuestro planeta y sus habitantes. Restaurar aquellos que están dañados ayudará a acabar con la pobreza, a combatir el cambio climático y prevenir una extinción masiva. Pero sólo lo conseguiremos si todo el mundo pone de su parte.
Recordemos hoy más que nunca en este Día Internacional de la Madre Tierra que necesitamos un cambio hacia una economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta.
Palabras del Secretario General de las Naciones Unidas
Según el Mensaje del Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres «Juntos debemos restablecer la armonía con la naturaleza, adoptar modalidades de producción y consumo sostenibles y protegernos de los peligros, al tiempo que creamos empleo, reducimos la pobreza y promovemos el desarrollo sostenible».
Esto significa poner freno a la pérdida de biodiversidad, poner fin a la contaminación y reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo. Significa apoyar a los Pueblos Indígenas, las comunidades locales y las personas más afectadas por las crisis de la contaminación, el clima y la biodiversidad. Significa ofrecer justicia climática a los países que se están llevando la peor parte del caos climático y movilizar rápidamente los fondos y la ayuda que necesitan para tomar medidas sobre el clima, proteger la naturaleza y promover el desarrollo sostenible.
Retos de la humanidad
Los países deben elaborar nuevos planes nacionales sobre el clima acordes con el objetivo de limitar el aumento de la temperatura mundial a 1,5 grados centígrados, que pueden servir también como planes nacionales de transición o de inversión y que apuntalen el desarrollo sostenible para las generaciones futuras.
Por su parte, el G20 debe liderar la eliminación rápida, justa y financiada a nivel mundial de los combustibles fósiles, de forma progresiva, y poner fin a las subvenciones que destruyen la naturaleza, como las que financian la producción desenfrenada de plásticos que asfixian el planeta.
Reparar las relaciones con la Madre Tierra es el mayor de los retos de la humanidad. Debemos actuar, y rápido, para crear un futuro mejor para todos.
A lo largo de mis viajes documentando la Madre Tierra, he podido inmortalizar la extraordinaria belleza y riqueza del Planeta Tierra, que se han ido generando a lo largo del tiempo.
A continuación, destacaré los lugares que más me han impactado:
- Península Antártica: Un escenario onírico donde las formas de los icebergs crean auténticas esculturas de fantasía.
- Vista panorámica del volcán Bromo: en la isla de Java, en Indonesia, todavía se puede ser testigo de la creación del origen de la Tierra.
- Amaneceres y atardeceres de África: Los colores y tonalidades del comienzo y el fin del día adquieren un significado especial, y ese lugar no es otro que los amaneceres y atardeceres del África Oriental.
- Cataratas de Iguazú: Haciendo de frontera natural entre Brasil, Argentina y Paraguay, se encuentran las cataratas de Iguazú, donde el agua muestra todo su poder.
- Great Otway: Existe un lugar en la Tierra, en Australia, donde los bosques de helechos arbóreos forman un mundo imaginario, lleno de verde esplendor, donde habitan seres luminosos.
En la actualidad, los seres humanos tenemos la enorme suerte de habitar y disfrutar del Planeta Tierra, pero no debemos olvidar que también tenemos la enorme responsabilidad de conservarla.
Isaac Fernández Galisteo – www.naturalezavision.net