La preocupante caída de la biodiversidad en un ecosistema clave
El Espacio Natural de Doñana, uno de los humedales más importantes de Europa, ha registrado en enero de 2024 la cifra más baja de aves acuáticas invernantes de toda su serie histórica: 43.989 ejemplares. Este alarmante dato, reflejado en el informe «Estado de la biodiversidad en Doñana 2024» de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), pone de manifiesto la crítica situación del ecosistema debido a la escasez hídrica y el cambio climático.
Una sequía prolongada que agrava el problema
Los datos meteorológicos registrados desde noviembre de 1978 muestran una preocupante tendencia: el ciclo hídrometeorológico de 2023-2024 ha sido seco, con solo 434,4 mm de precipitaciones, por debajo de la media histórica de 530 mm. Se trata del duodécimo año consecutivo en el que las lluvias no alcanzan el nivel medio necesario para la estabilidad del ecosistema.
La escasez de precipitaciones ha impactado negativamente en las marismas y lagunas de Doñana. En 2024, la marisma permaneció inundada apenas 35 días, muy por debajo de los 62,75 días de media histórica. Además, la laguna de Santa Olalla, la más grande del parque, se ha secado por tercer año consecutivo en septiembre, marcando un nuevo hito preocupante en la degradación de este hábitat.
Efectos sobre las aves acuáticas invernantes
El descenso de aves acuáticas en Doñana no tiene precedentes. Durante más de 50 años de censos, sólo en cuatro ocasiones se habían registrado cifras por debajo de 100.000 individuos en enero. Sin embargo, el censo de 2024 se ha situado en 43.989 ejemplares, la cifra más baja de la serie histórica.
El ánsar común (Anser anser), que en los años 90 era un emblema de Doñana, ha registrado este año su peor cifra histórica, con solo 4.337 individuos invernantes. La concentración de aves en Veta La Palma, donde las balsas artificiales mantienen agua durante todo el año, ha demostrado que el ecosistema natural no es capaz de sostener a las poblaciones como lo hacía en el pasado.
Impacto en otras especies
El informe también refleja la situación crítica de otras especies:
- Conejo europeo (Oryctolagus cuniculus): Continúa su declive desde 2013, lo que afecta gravemente a depredadores como el lince ibérico y el águila imperial.
- Galápago europeo (Emys orbicularis): En 2024 no se ha detectado en ninguna localidad muestreada.
- Milano real (Milvus milvus): La población invernante ha descendido hasta los 85 ejemplares, la cifra más baja registrada.
- Aguilucho lagunero occidental (Circus aeruginosus): No se han encontrado parejas reproductoras en 2024.
Especies invasoras: una amenaza adicional
El informe también alerta sobre la expansión de especies invasoras en Doñana, como la hormiga argentina (Linepithema humile), detectada desde los años 70 y en expansión, y tres nuevas especies de plantas exóticas: Bacopa rotundifolia, Asparagus asparagoides y Oenothera drummondii. Estas especies afectan gravemente a la flora y fauna autóctonas al alterar la estructura de los ecosistemas.
Urgencia de medidas de conservación
El deterioro ambiental de Doñana requiere acciones urgentes para la conservación de su biodiversidad. La gestión hídrica sostenible, la reducción de extracciones ilegales de agua y la restauración de los ecosistemas deben ser prioridades para garantizar el futuro del humedal. De no tomarse medidas efectivas, Doñana podría perder su función como refugio clave para las aves migratorias y otras especies emblemas del Parque Nacional.