La población del águila imperial ibérica, ave endémica de la península ibérica, ha incrementado este 2024 en algo más del 10 % con respecto al año pasado los ejemplares nidificantes en Andalucía, con lo que esta especie en peligro de extinción ha superado su registro histórico en la región. Así lo revela el seguimiento realizado por la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente de Andalucía.
De este modo, la población de esta rapaz, catalogada en Andalucía como ‘en peligro de extinción’, según el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas, alcanza una vez más su máximo histórico, con 18 territorios nidificados más que en 2023, que han dado lugar a 176 pollos, superándose el registro máximo de 166 de 2021.
El águila imperial ibérica se supera
La especie ha crecido fundamentalmente en Sierra Morena, donde se supera el centenar de parejas, mientras que en Cádiz son ya 13 territorios, cuatro más que el año pasado, y en Las Béticas, diez. En la Sierra de Huelva, donde en los últimos años se han detectado algunos intentos de cría, existen ya dos parejas y, por primera vez, una de ellas ha conseguido sacar adelante un pollo, en la comarca de Andévalo, siendo el primero que vuela en la provincia, fuera del Espacio Natural Doñana, en los últimos 50 años.
Pese a la desfavorable meteorología de este año, caracterizada por las persistentes e intensas precipitaciones de marzo y abril, coincidiendo con el delicado periodo de incubación del águila imperial, se ha detectado el nacimiento de 176 pollos. Tan sólo en el núcleo de Doñana, la población se ha estancado en los últimos años en torno a ocho parejas reproductoras. Estos resultados confirman la tendencia positiva mostrada por la especie desde 1989, con un crecimiento superior al 6% interanual.
Actuaciones exitosas
Las actuaciones realizadas por la Junta de Andalucía, creando un equipo de seguimiento especializado, han permitido conseguir la actual tendencia de crecimiento de la especie. En este sentido, hay que destacar la reducción de las causas de mortalidad no natural, mediante el arreglo y modificación de tendidos eléctricos peligrosos, la lucha contra el uso ilegal de cebos envenenados, la minimización de molestias en el entorno de los nidos, y el incremento del éxito reproductor con la aplicación de alimentación suplementaria en aquellos territorios poco productivos, y el rescate de pollos en riesgo de muerte y su posterior reintroducción en el medio natural.
Todas estas actuaciones han logrado que, desde 2015, la población de águila imperial ibérica andaluza supere el límite de las 100 parejas, considerada el tamaño poblacional mínimo para alcanzar un estado favorable de conservación según la Directiva Aves de la Unión Europea, y de acuerdo con los criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Por ello, la Consejería de Sostenibilidad considera que la especie ya no se encuentra en inminente peligro de extinción en la comunidad.