Dos especies herbáceas características de zonas encharcadas, Radiola linoides y Pinguicula lusitanica, y un arbusto típico de climas más mediterráneos, Pistacia terebinthus, presentes en Alonsotegi, son las dos especies que están siendo protegidas gracias a un proyecto que aúna la actividad de tres administraciones públicas (Ayuntamiento de Alonsotegi, Diputación Foral de Bizkaia y Gobierno Vasco), una empresa privada (CIMAS) y la Sociedad científica de Ciencias Naturales de Sestao.
Este proyecto es una apuesta más del alcalde Aitor Santisteban por proteger y valorar la biodiversidad local. Ya en junio, presentó un análisis novedoso de las normas subsidiarias del municipio, realizado por la Consultora CIMAS, en el que se dan las claves para integrar la conservación de la biodiversidad en la gestión municipal de tal manera que mejore la calidad de vida de su población. Dicho informe nace en las más modernas corrientes conservacionistas, la llamada “Evaluación de los Ecosistemas del Milenio” y el papel de los sistemas naturales como generadores de servicios ambientales.
El descubrimiento de estas joyas locales por parte de botánicos de la Sociedad de Ciencias Naturales de Sestao ha originado un proyecto de conservación impulsado por el Ayuntamiento de Alonsotegi y dirigido por el Área de Biodiversidad y Territorio de la consultoría CIMAS Innovación y Medio Ambiente.
Tras un primer aviso de los botánicos sestaotarras, Santi Patino y Eneko Díaz, sobre la presencia en las estribaciones de Peñas Blancas de varias especies no descritas hasta la fecha en Bizkaia, la consultora se unió a la batida del municipio en busca de nuevas poblaciones. Tras esta aproximación, CIMAS ha desarrollado un proyecto para proteger dicha flora de las actividades forestales características del área donde se han localizado. Para ello se ha creado un equipo de trabajo en el que participan la bióloga y técnico de medio ambiente de Alonsotegi, Mónica Conde, la bióloga y jefe de proyecto de CIMAS, Oreina Orrantia, y el Ingeniero Aitor Omar, responsable del área de Montes de la Diputación de Bizkaia. El proyecto ha sido presentado a las ayudas para la conservación de la biodiversidad del Gobierno Vasco de 2008.
Los servicios de los ecosistemas son “los beneficios que la gente obtiene de los ecosistemas”. Además de las funciones de los ecosistemas conocidas por la ciudadanía de producción (alimento o materia prima) o de información (sensibilización o belleza escénica), hay otras funciones muy valiosas y de elevado impacto en nuestra calidad de vida: son las reguladoras y de hábitat (ver tabla). Entre los servicios reguladores están el gaseoso, hídrico, del clima y prevención de catástrofes, que se concretan, entre otros, en polinización de cultivos y de la vegetación, prevención de la erosión del suelo, purificación del agua, mitigación de las sequías e inundaciones, generación y conservación de los suelos, descomposición de los desechos, dispersión de las semillas, reciclaje y movimiento de nutrientes, etc.
En la actualidad, los servicios de los ecosistemas aún no se tienen en cuenta en la mayoría de las decisiones de desarrollo económico, ni en los proyectos de gestión y ordenación del territorio. Como consecuencia, la sobreexplotación y degradación de los ecosistemas están provocando además de su reducción y pérdida a gran velocidad, un aumento de catástrofes ambientales y de gastos económicos para hacerlas frente.