”El dispositivo constituye un avance en el control de la enfermedad, que afecta fundamentalmente al ganado pero que puede transmitirse al ser humano por contacto con animales o consumo de leche sin pasteurizar”, señala un portavoz del CSIC. Los resultados del trabajo aparecen publicados en la revista Vaccine.
Los investigadores Christian Gortázar y José de la Fuente, del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (centro mixto del CSIC y la Universidad de Castilla-La Mancha), en Ciudad Real, dirigen este estudio que supone la culminación de cinco años de trabajo.
Galleta de pienso
El cebo con la vacuna contra la tuberculosis consiste en una galleta de pienso. Además, alimento cuenta con parafina, azúcar y cereales. Y un atrayente de aroma sintético de trufa y canela. Es en el interior donde se oculta la cápsula con la vacuna.
Los primeros ensayos de vacunación realizados por la investigación “han demostrado la capacidad de la vacuna para reducir la infección y las lesiones en jabalíes vacunados”, explican sus responsables.
Además, los experimentos realizados han servido al equipo de científicos para detectar diferentes marcadores biológicos (biomarcadores) que el equipo sospecha pueden servir “de inmunidad en relación con la tuberculosis”.
“La tuberculosis está en vías de eliminación en Europa pero, a día de hoy, se mantiene en algunos animales silvestres que actúan como reservorios naturales. Es el caso del jabalí, que constituye la principal fuente de contagio en la Península Ibérica debido a su abundancia, distribución y comportamiento. Por eso es importante buscar herramientas con las que prevenir la expansión”, concluye Gortázar.
Según datos del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos, más de la mitad de las poblaciones de jabalíes en España estaban infectadas en 2008, con más del 50% de sus individuos contagiados.