Durante estos días se está llevando a cabo el seguimiento de las especies migratorias de la laguna con especial atención al carricerín cejudo, ya que los meses de agosto y septiembre son los más importantes para el paso migratorio en Aragón para esta especie.
La buena conservación de los humedales, como es el caso de la laguna de Gallocanta, resulta crucial para que puedan realizar decansos y acopios de energía para llegar a África, certificando el importante papel que cumplen los espacios naturales protegidos.
Los resultados obtenidos de este muestreo constatan el paso de la especie por tierras aragonesas en su periplo migratorio, desde sus zonas de reproducción en Rusia y Polonia hasta sus áreas de invernada en Senegal (África).
En el año 2010 se recuperaron dos aves anilladas en Francia y este año 2015 se ha localizado un único ejemplar hasta el momento. En general, se observan más jóvenes que adultos en Gallocanta y por norma los adultos llegan antes que los jóvenes. Durante unos días se quedan en las zonas de cañaverales de la laguna, donde todavía quede agua en verano, recuperando fuerzas mediante la ingesta de insectos con el objetivo de poder cruzar el desierto del Sahara. Teniendo en cuenta que el ave pesa 10 gramos resulta una proeza lograr un viaje así.
La laguna de Gallocanta cuenta con la figura de protección de Reserva Natural Dirigida, además de las figuras internacionales de Humedal Ramsar y espacio Red Natura 2000, lo que supone una garantía para la conservación de las especies que encuentran aquí refugio en sus movimiento migratorios. Para lograr un adecuado estado de conservación se cuenta con el apoyo de los agricultores y especialmente de los ganaderos de extensivo, que mantienen en excelente estado de conservación la reserva.