Las poblaciones de alondra ricotí o de Dupont, un ave muy amenazada que en Europa solo está presente en España, sufren un grave declive poblacional que está llevando a la extinción a muchas de sus poblaciones peninsulares, sin que las autoridades ambientales hagan nada al respecto.
Tan solo el 26% de sus poblaciones están protegidas dentro de espacios incluidos en la Red Natura 2000 como Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), obligando las Directivas europeas a que este porcentaje sea del 100%.
Alondra ricoti Foto 1Entre el 13 y 14 de junio de 2015 ha tenido lugar en Padul (Granada) el primer Workshop Nacional sobre Alondra ricotí, auspiciado por la Estación Ornitológica de Padul, y con la participación de miembros de SEO/BirdLife.
En estas jornadas, en la que han participado numerosos técnicos e investigadores expertos en la especie, se ha puesto de manifiesto el alarmante estado de conservación de esta especie tan críptica, conocida como el “fantasma del páramo”, por lo difícil que resulta su observación y por la capacidad de mimetizarse entre la vegetación de las parameras donde habita.
La alondra ricotí o de Dupont (Chersophilus duponti) es una de las especies de ave paseriformes más amenazadas de Europa, dónde solo se encuentra presente en el territorio español, por lo que corresponde a España toda la responsabilidad de su conservación en la Unión Europea. El área de distribución de la alondra ricotí en España ocupa algunas zonas del centro-este, prolongándose hacia el sureste semiárido, con un área aislada al oeste (Zamora). Se localiza, por tanto, en el Valle del Ebro, los páramos del Sistema Ibérico, La Mancha, áreas puntuales de la meseta norte y el extremo sureste de la península, concretamente en las comunidades autónomas de Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana, Navarra, y Murcia.
Esta especie se encuentra incluida en el Libro Rojo de las Aves de España, con la categoría En Peligro [EN B2ab(ii,iii)], de acuerdo con los criterios de la UICN, y además está incluida en el Anexo I de la Directiva de Aves, siendo una de las aves cuya conservación es prioritaria. A nivel nacional está catalogada como Vulnerable, aunque los datos sobre su grave declive poblacional y la extinción de muchas de sus poblaciones en los últimos tiempos, muestran que su catalogación es insuficiente y que lo adecuado sería catalogarla a nivel nacional como En Peligro de Extinción. A nivel autonómico, ninguna comunidad autónoma ha catalogado a la especie dentro de la categoría de En Peligro de Extinción y solo Andalucía, Castilla-La Mancha y Valencia han considerado a la especie como Vulnerable, mientras que en otras ni siquiera está catalogada.
Ya en el año 2006 SEO/BirdLife declaró a la alondra ricotí como ave del año para llamar la atención sobre el grave estado de conservación de la especie y son múltiples los estudios e informes con que cuentan tanto administraciones autonómicas como el estado en los que se pone de manifiesto esta alarmante situación. La tendencia de la especie en España es claramente regresiva, habiéndose comprobado la extinción de un buen número de poblaciones y subpoblaciones en las dos últimas décadas, sin que hasta el momento se haya tomado ninguna medida para solventar el problema. En las poblaciones que cuentan con un seguimiento continuado se ha podido observar como se están produciendo declives poblacionales con unas tendencias negativas muy acusadas que en algunos casos han supuesto incluso la extinción local de varias de las poblaciones que se venían estudiando, llegando incluso a extinguirse como especie reproductora en comunidades autónomas como Cataluña.
Aunque las comunidades autónomas tienen la obligación de elaborar y aprobar un plan de conservación para la especie, con medidas concretas para mejorar su estado de conservación, sólo Andalucía ha puesto en marcha un Plan de Recuperación y Conservación de Aves Esteparias, que incluye medidas concretas de conservación para la alondra ricotí. Por su parte, el estado es el responsable de la aprobación de las Estrategias de Conservación de especies amenazadas presentes en más de una comunidad autónoma, y que estas Estrategias constituyan el marco orientativo para desarrollar los preceptivos Planes de Recuperación y Conservación que han de aprobar las comunidades autónomas para especies consideradas “En Peligro de Extinción” o “Vulnerables”, respectivamente, como es el caso de la alondra ricotí.
Desgraciadamente, a pesar del grave estado de conservación de la especie, a que se han producido numerosas extinciones locales en todo el territorio nacional y a que los responsables de medio ambiente cuentan desde hace años con toda la información disponible sobre la especie, el gobierno español no ha elaborado y aprobado una Estrategia para esta especie, ni ha elevado el grado de protección de la misma.
Por otra parte, el porcentaje de poblaciones incluidas dentro de la Red Natura 2000 como Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) es claramente insuficiente para garantizar la conservación de la especie (Tabla 1) y las categorías de amenaza legales a las que adscriben la especie las distintas Comunidades Autónomas no son consistentes con los resultados de los últimos censos y los criterios de la UICN para catalogarlas, siendo mucho mayor su grado de amenaza que lo que refleja la legislación vigente. Tan solo el 25,90% de las poblaciones de esta especie se encuentran dentro de la Red Natura 2000 en áreas protegidas declaradas como ZEPA, llegando en algunas comunidades autónomas a quedar fuera incluso el 100% de las poblaciones, aunque la legislación estatal y las Directivas europeas especifican que el 100% de la superficie donde existan poblaciones de esta especie debe quedar incluida dentro de la Red Natura 2000.
Los expertos reunidos en la Estación Ornitológica de Padul en este primer encuentro nacional sobre la especie, coinciden en que la situación de la especie es especialmente delicada y destacan como las principales amenazas para la especie: la destrucción y pérdida de los hábitats ligados a las formaciones esteparias con pequeños matorrales leñosos, causada por la agricultura intensiva y las roturaciones, las canteras o la instalación de grandes infraestructuras, como carreteras o parques eólicos, el abandono de la ganadería extensiva, que favorecía el mantenimiento de la estructura de la vegetación como hábitat propicio para la especie, así como la fragmentación y aislamiento de muchas de las poblaciones, que está provocando problemas genéticos derivados de fenómenos de endogamia y pérdida de diversidad genética.
Sin duda, todas estas amenazas no son un fenómeno aislado que afecte únicamente a las poblaciones de alondra ricotí, sino que se trata de una situación generalizada que está afectando de manera muy negativa a todo el grupo de aves esteparias ibéricas, que en las últimas décadas han sufrido un declive poblacional muy grave, como el sisón, la avutarda, la carraca, o el aguilucho cenizo entre otros.
Entre las conclusiones del grupo de trabajo sobre la alondra ricotí se destacó que las soluciones para evitar la desaparición de esta especie en España, pasan por la catalogación de la especie como “En Peligro de Extinción”, el desarrollo de los consiguientes Planes de Recuperación por parte de las diferentes comunidades autónomas que cuentan con poblaciones de esta especie, la declaración como ZEPA de todas aquellas áreas que cuenten o hayan contado con poblaciones de alondra ricotí, así como la elaboración de una Estrategia Nacional para la Conservación de la especie, que contemple, entre otras, medidas para frenar la pérdida o el deterioro de los hábitats más propicios para la especie, aumentar la conectividad entre aquellas poblaciones con problemas de aislamiento, el seguimiento detallado de las poblaciones existentes y el fomento de las prácticas agrícolas y ganaderas respetuosas o beneficiosas para la especie.
La falta de designación por parte del Estado español y las comunidades autónomas, de los territorios más adecuados en número y en superficie para la conservación de la alondra ricotí (Chersophilus duponti), así como la ausencia de medidas necesarias para mantener las poblaciones de esta especie en un nivel que corresponda a las exigencias ecológicas y científicas, contraviene el Derecho comunitario y ha provocado una grave desprotección de esta especie tan escasa.
