Oso panda gigante
En una esperanzadora noticia para la fauna amenazada de nuestro planeta, el panda gigante acaba de descender de “En peligro” a “Vulnerable” en la lista global de especies en peligro de extinción, demostrando cómo un enfoque integral de conservación puede ayudar a salvar la biodiversidad en declive del planeta.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha anunciado el cambio positivo en el estatus oficial del panda gigante en la Lista Roja de Especies Amenazadas, debido al 17% de aumento de población en la década anterior a 2014, cuando un censo reveló que había 1.864 pandas en libertad en China.
“Durante más de 50 años, el panda gigante ha sido el icono de la protección de la naturaleza más querido del planeta, y también el símbolo de WWF. Saber que el panda está ahora un paso más lejos de la extinción es una gran alegría para cualquiera que esté comprometido con la conservación de la fauna salvaje del planeta y sus hábitats”, ha dicho el Director General de WWF Internacional, Marco Lambertini.
“La recuperación del panda demuestra que cuando se combinan la ciencia, la voluntad política y la implicación de las comunidades locales, podemos salvar especies en peligro y ayudar a la biodiversidad”, ha añadido Lambertini.
Aunque el estado del panda ha mejorado, otras especies sufren amenazas crecientes, como el gorila oriental, que ha pasado a ser considerado “en peligro crítico”, sobre todo por el furtivismo.
El logo del panda de WWF fue diseñado en 1961 por el primer presidente de la organización, el naturalista y pintor Sir Peter Scott. Veinte años después, WWF se convirtió en la primera organización internacional en trabajar en China.
Desde entonces, WWF ha trabajado con el gobierno en iniciativas para salvar a los pandas gigantes y su hábitat: entre ellas, ayudar a establecer una red integral de reservas naturales de pandas gigantes y corredores ecológicos para conectar poblaciones de panda aisladas, y trabajar con las comunidades locales para desarrollar medios de vida sostenibles y minimizar su impacto en los bosques.
Estos esfuerzos han conseguido que ya existan 67 reservas naturales de pandas, que en la actualidad protegen a casi dos tercios de todos los pandas salvajes. También han ayudado a proteger grandes pedazos de bosques montañosos de bambú, que son el hogar de muchísimas otras especies y ofrecen servicios ambientales a muchísima gente, incluyendo a decenas de millones de personas que viven junto a los ríos aguas abajo de los hábitats de los pandas.