El animal más grande de la Tierra de todos los tiempos es la ballena azul, con sus 30,5 metros de longitud. El pez más grande es el tiburón ballena, con sus casi 12 metros de longitud. Pero lo cierto es que entre los peces que no son tiburones, los peces óseos, no se encuentran animales tan grandes. El pez óseo más grande que se puede encontrar ahora es el famoso pez luna (Mola mola), con sus 3,1 metros de longitud : ¿por qué?
Una investigación que se acaba de publicar en Palaeonthology se ha planteado esta pregunta, tal como ha informado Sciencemag.org. Han valorado la hipótesis que sugiere que no hay peces tan grandes porque, sencillamente, su alta tasa metabólica no sería compatible con tamaños mayores, en los que un aumento de volumen implicaría que por cada gramo de tejido habría menos oxígeno disponible. Sin embargo, los autores han concluido que en realidad los límites están muy por encima del tamaño máximo de los peces óseos actuales, y que, por tanto, debería haber peces más grandes.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores, científicos de la Universidad de Guelph, en Canadá, han tratado de estimar la tasa metabólica del que parece ser el pez óseo más grande que ha existido nunca. Se trata de Leedsichthys problematicus, un enorme animal que se cree que alcanzó los 16,5 metros de longitud y que pesó 45 toneladas métricas, una masa similar a la de un carro de combate moderno.
Se cree que L. problematicus vivió hace unos 165 millones de años en Europa y América del Sur y que se alimentaba de plancton en los océanos del Jurásico Medio.
Pero lo interesante es que los autores lo han usado como referencia para tratar de estimar la tasa metabólica (el gasto energético y el consumo de oxígeno) que un animal así habría tenido. Tomando como referencia la masa y el consumo energético de los peces óseos actuales, los investigadores calcularon las características de L. problematicus.
Concluyeron que esta bestia habría alcanzado una velocidad de crucero sorprendentemente alta, de cerca de 17,8 kilómetros por hora, cuando los peces más rápidos de hoy en día alcanzan los 30. Y creen que al moverse a estas velocidades, sus tejidos habrían estado perfectamente oxigenados. Esto sugiere que los peces óseos de 16,5 metros de largo y cerca de 45 toneladas no son imposibles en la actualidad, teóricamente. Por eso el metabolismo no es el factor que puede responder a la pregunta de por qué hoy en día no hay peces óseos tan enormes.