Los Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid han encontrado una nueva población de mariposa que pertenece a la especie Parnasius Apollo, también conocida como Pavón diurno o Apolo en la Sierra de Guadarrama. Esta especie está catalogada en peligro de extinción en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas y aparte de la reducción de su hábitat están afectadas por el expolio, debido a su belleza.
Debido a su estatus de especie gravemente amenazada está incluida en las normativas europeas que regula el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestre. La especie también se encuentra amenazada en Europa, donde ha sufrido un fuerte retroceso en Francia, Alemania y países escandinavos en el último siglo. Esta nueva especie amplia su pequeña área de distribución en la Sierra de Guadarrama. Los Agentes Forestales estudiarán el tamaño real de esta población para averiguar la viabilidad futura de la misma.
Parnassius apollo es una mariposa diurna y por su envergadura se sitúa entre las más grandes mariposas ibéricas. Sus alas son en gran parte de color blanco y en su fase larvaria (comúnmente conocida como oruga) es de color negro con puntos rojos, mostrando un contraste muy llamativo. Al finalizar su crecimiento, la oruga forma una frágil crisálida en el mismo suelo, en la que realizará la metamorfosis que dará lugar a los ejemplares adultos (mariposas).
Su vida se desarrolla en zonas elevadas de la sierra de Guadarrama, en pequeñas poblaciones, lo que la hace muy vulnerable ante pequeños cambios en su hábitat, que pueden conducir a su rápida extinción. Entre las amenazas de esta especie destacan el tráfico ilegal de ejemplares disecados; incendios forestales y el calentamiento global, que podría provocar la desaparición del ecosistema de montaña y con él las plantas que le sirven de alimento.
Hasta 22 subespecies o variedades de Parnassius apollo aisladas entre sí habitan, siempre en pequeñas poblaciones, los principales sistemas montañosos de la península ibérica, perteneciendo la población localizada a la subespecie propia y exclusiva de la Sierra de Guadarrama. La presencia de los Agentes Forestales a lo largo de todo el año posibilita la detección de las poblaciones de las especies animales y vegetales, con algún grado de protección establecido, y el seguimiento de la evolución de las mismas a lo largo de los años.
