Esta acción formativa, desarrollada en el Ayuntamiento de Jaén, se enmarca en la reciente adhesión de la capital a la Red Municipios Contra el Veneno, una iniciativa nacida del proyecto europeo Life-Naturaleza “Acciones para la reintroducción del Quebrantahuesos en Andalucía” 2004-2009 desarrollado por la FG en el marco del Programa Andaluz de Reintroducción del Quebrantahuesos de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. El objetivo de esta red es dotar a los ayuntamientos andaluces de herramientas de calidad para que desarrollen con solvencia el papel activo que les corresponde en la lucha contra este delito tipificado en el Código penal con hasta dos años de prisión. Jaén es la primera capital de provincia adherida a la RMCV.
En estos momentos, la Red de Municipios Contra el Veneno, RMCV, comprende una extensión de 575.529 hectáreas y 32 municipios de las provincias de Jaén y Granada, en su mayoría, incluidos total o parcialmente en el área de influencia de los parques naturales de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas (Jaén) y Sierra de Castril (Granada). Como miembros de la red, los Ayuntamientos adheridos se comprometen a contribuir de forma activa a la prevención y erradicación de esta práctica delictiva gracias al asesoramiento técnico y jurídico gratuito de la FG. Entre otras obligaciones, los firmantes acuerdan personarse como acusación particular en los procesos judiciales abiertos por uso ilegal de cebos envenenados en sus municipios.
Para el gerente de la FG, Jesús Charco, el esfuerzo conjunto desarrollado en los últimos años tanto por la Consejería de Medio Ambiente, con la puesta en marcha de la Estrategia Andaluza para la Erradicación del Uso Ilegal de Cebos Envenenados y la creación del equipo canino, como desde el SEPRONA, las organizaciones conservacionistas y ahora también desde los ayuntamientos, ha convertido a Andalucía es una región pionera en la prevención y la persecución de este delito. “No obstante, señaló, hay que seguir trabajando para mejorar la efectividad de las acciones de sensibilización y disuasión, encontrar indicadores de uso de cebos envenenados independientes del esfuerzo de búsqueda y eliminar cualquier posible sensación de impunidad”.
Por su parte, José Eugenio Gutiérrez, coordinador técnico de proyectos de la FG, subrayó la efectividad que están demostrando estrategias innovadoras de lucha contra el veneno como las desarrolladas a través de la red de municipios, “una estructura participativa liderada por actores locales bien formados y sensibilizados que se han implicado de forma activa tanto en la identificación de los problemas, como en la búsqueda de soluciones a las motivaciones que subyacen en el uso ilegal de venenos, sirviendo de correa de transmisión del mensaje y consiguiendo que el envenenador se sienta cada día más aislado socialmente”.
Conservación de la biodiversidad
Fruto del trabajo de la Red de Municipios Contra el Veneno de la FG, en 2008, el Ayuntamiento de Castril de la Peña (Granada) se convirtió en el primer consistorio europeo en personarse como acusación particular en un caso de uso ilegal de cebos envenenados.
Desde 2004, la FG se ha personado en trece procesos judiciales abiertos por esta causa, dos de los cuales concluyeron con pena para el acusado de seis meses de cárcel.
Los cebos envenenados, además de ser un grave riesgo para la salud pública y numerosos animales domésticos, constituyen una de las principales causas de muerte para muchas especies silvestres emblemáticas, como el Águila imperial ibérica, el Buitre negro, el Lince, el Alimoche o el Quebrantahuesos. Según datos del Centro de Análisis y Diagnóstico (CAD) de la Consejería de Medio Ambiente, entre 2001 y 2008, en la provincia de Jaén se detectaron más de doscientos episodios de envenenamiento, trece de ellos en el término municipal de Jaén.
“Municipios contra el Veneno” es una de las cuatro “Redes de Gestión de Amenazas para la Reintroducción del Quebrantahuesos” (Municipios contra el Veneno, Cazadores Contra el Veneno, Ganaderos contra el Veneno y Veterinarios contra el Veneno) impulsadas por la FG. Además de combatir el uso ilegal de cebos envenenados, estas redes también tratan de dar respuesta a otros problemas vinculados con la conservación de la biodiversidad en las áreas de reintroducción, como son las intoxicaciones por plomo y la reducción de la disponibilidad de alimento para las aves carroñeras derivada de la crisis de la ganadería extensiva, promoviendo y poniendo en valor formas sostenibles de gestión del territorio.