Los organismos pueden ajustar su crecimiento y desarrollo a las condiciones ambientales locales ajustando el momento de transición entre etapas de ciclos de vida complejos.
Se estudió la arquitectura genética de la plasticidad de eclosión en embriones de la rana tropical arbórea Agalychnis callidryas, en respuesta a ataques de depredador simulados. Se compararon los tiempos de desarrollo y eclosión entre familias de medios hermanos paternos y maternos sujetos a estímulos o sin perturbar, determinando además el grado de correlación genética entre ambientes. Se encontraron bajos valores de varianza genética aditiva para la inducción temprana de la eclosión, lo que indica un límite común a la evolución de la eclosión prematura a medio plazo.
Este límite parece estar determinado por la maduración de la glándula de eclosión. La correlación genética entre ambientes en la fecha de eclosión fue muy baja, sugiriendo que la fecha de eclosión espontánea en esta especie y la capacidad de eclosión prematura han evolucionado de manera independiente.