“Debido a los trabajos de restauración paisajística tras el desastre, el hábitat quedó casi desprovisto de refugios naturales para la fauna terrestre, por lo que planteamos la hipótesis que ésta era la causa de la escasez de reptiles”, explica Juan Manuel Pleguezuelos, investigador del Departamento de Biología Animal de la Universidad de Granada.
Creación de refugios artificiales
Para demostrar la necesidad de refugios que ofrecen protección contra predadores, y condiciones microclimáticas, el equipo realizó un experimento que duró cinco años. Los investigadores crearon refugios artificiales (120 grupos de troncos de madera) en una parcela experimental de 24 hectáreas.
Los troncos de madera, una casa confortable
Los investigadores aseguran que desde la instalación de nuevos refugios, la comunidad de reptiles creció de 2000-2001 desde una especie, la salamanquesa común, hasta seis especies en 2006.
“Los resultados sugieren que los programas de restauración paisajística no deben descartar la disponibilidad de refugios para la fauna, un recurso vital para los reptiles mediterráneos que puede ser restaurado con un sistema tan económico como la instalación de troncos de desecho”, advierte los expertos..