Se han localizado hasta 38 nuevas especies, casi todas exóticas, provenientes sobretodo del océano Atlántico pero también del océano Índico. Además se ha constatado que las especies autóctonas del Mediterráneo han sufrido cambios en sus poblaciones: mientras que especies termófilas como el pez limón aumentan en el mar Balear, las especies boreales como el chanquete están en clara regresión.
Los datos presentados por los investigadores del Centro Oceanográfico de Baleares del IEO Enric Massutí, María Valls y Francesc Ordines en el libro “Fish Invasions of the Mediterranean Sea: Change and Renewal”, sugieren que en el Mediterráneo occidental, donde se ha constatado un aumento de la temperatura del agua durante la segunda mitad del siglo XX, el calentamiento global ha influido sobre la composición de las poblaciones de peces.
Tropicalización y meridianización
Durante este período, se ha documentado la presencia de 38 nuevas especies en el Mediterráneo occidental, casi todas ellas, especies exóticas, provenientes del Atlántico subtropical y tropical, que entraron a través del estrecho de Gibraltar. Éste fenómeno, conocido como “tropicalización”, está modificando la identidad del Mediterráneo. Es difícil saber si alguna de estas nuevas especies ha formado poblaciones estables, aunque sí parecen estar ampliando su presencia hacia el norte y este del Mediterráneo, alcanzando su cuenca oriental.
También se ha constatado un desplazamiento de especies exóticas en la dirección contraria. Así, algunas especies de origen Indo-Pacífico, llegadas a través del canal de Suez, han expandido su distribución hacia el oeste, llegando incluso a cruzar el canal de Sicilia. Las poblaciones de peces autóctonos del Mediterráneo occidental también han mostrado cambios en su dinámica poblacional.
Las especies termófilas como la “sirviola” han registrado un incremento en su abundancia, así como un incremento en su distribución hacia el norte, mientras que las poblaciones de especies boreales como el chanquete se han hecho más escasas. Éste efecto, que se conoce como “meridianización”, se ha hecho patente en las capturas de algunas especies comerciales.
Ambos efectos, “tropicalización” y “meridianización” podrían verse acelerados en el actual contexto de cambio climático, lo que requiere más investigación sobre sus implicaciones ecológicas y económicas. En cualquier caso, ambos procesos afectan, y podrían poner en peligro, la identidad de la fauna del Mediterráneo.