En este caso, IPROCOR pretende transferir los resultados obtenidos a los selvicultores extremeños interesados en estos cultivos forestales y energéticos, y que pueden ser una alternativa para el aprovechamiento de terrenos de regadíos en los que otros cultivos agrícolas no sean rentables.
Los técnicos desarrollarán este proyecto de I+D en las instalaciones de IPROCOR, en Mérida. Para ello, han habilitado una extensión de 6000 m2 con 600 plantas de Paulownia; divididas en dos parcelas con riego por goteo. En una se evaluará el crecimiento para la producción de madera de sierra, utilizada en carpintería de interiores, ebanistería, construcción y embalajes; y en la segunda se estudiará la producción de biomasa de uso energético.
En ambas parcelas, se han plantado ejemplares de cuatro de los clones de Paulownia existentes en el mercado español con el propósito de evaluar cuáles de ellos se adaptan mejor a las condiciones climáticas y de suelo similares a las de los terrenos en los que se desarrolla este proyecto experimental; pues el rendimiento medio y, por tanto, la producción que se obtenga depende del clon que se escoja y de las características de la zona.
El objetivo es dar a conocer los resultados del proyecto a selvicultores extremeños interesados en estos cultivos forestales y energéticos por la rentabilidad económica que pueden suponer.
La Paulownia
La Paulownia es un árbol con un crecimiento rápido, que se adapta fácilmente a diferentes climas y suelos, favorece la regeneración del suelo y no compite con otros cultivos, por tanto, es apta para plantaciones mixtas. Produce madera de calidad, ligera, fácil de trabajar, resistente y gran cantidad de biomasa. Es un cultivo que se ha introducido en España recientemente.
Una plantación de Paulownia puede tener una vida útil de 18 a 21 años, si se desarrolla en condiciones favorables, permite extraer madera para biomasa en turnos de tres años. En el caso, de la producción de madera de sierra, los turnos son cada 10 años, con una vida útil de más de 50 años.