Cabe señalar que de esta especie hay dos poblaciones, una es la del Este de Europa, con varios miles de parejas, y otra está en la Península Ibérica, que ronda las 500 parejas, según las últimas estimaciones, y donde la población extremeña sigue afianzándose como la más importante de España y Portugal.
Las primeras estimas de la población de cigüeñas negras de Extremadura eran de 45 parejas en el año 1977; en el censo nacional realizado por el ICONA en 1987 se controlan 78 parejas en Extremadura sobre unas 130 censadas en España. En el año 2002, la población extremeña se censó en 173 parejas.
Así, los datos obtenidos durante la primavera de 2013 de 189 parejas (16 parejas más que en el año 2002), indican una estabilidad en la población extremeña de cigüeña negra. Además se controlan 10 parejas en territorios vecinos, que pueden verse afectadas por las decisiones de gestión de Extremadura. Por provincias se incrementa en 8 parejas la población de cada provincia, pasando Cáceres a 116 parejas y Badajoz a 73 parejas.
La Cigüeña negra es una de las especies más emblemáticas de Extremadura, muy esquiva a diferencia de su congénere la cigüeña blanca. Nidifica en lugares tranquilos, como en charcas ganaderas, colas de embalses, humedales naturales, regadíos, etcétera, es decir, donde encuentra sustrato para nidificar y el alimento para sacar adelante a sus pollos (se alimenta de peces, anfibios, insectos,…).