•Este mes se liberó un águila arpía rehabilitada en Cuyabeno.
•El ave fue rescatada en Sucumbíos en junio del 2014.
La Reserva de Producción Faunística Cuyabeno acogió al animal. Durante dos días, un equipo de 20 personas conformado por funcionarios del Ministerio del Ambiente, miembros de Faunaetus – Simbioe, integrantes del Centro de Rescate Ilitío, colaboradores externos de dichas Instituciones y la comunidad Cofán Zábalo, trabajaron en medio de la Amazonía para liberar el ave.
El águila arpía es una de las especies más grande del continente americano y la más poderosa del mundo, habita desde el sur de México hasta el extremo noroeste de Argentina. En Ecuador su distribución comprende las tierras bajas de bosque húmedo tropical de la Amazonía. Es una de las rapaces de desarrollo más lento del mundo, los polluelos no se alejan de su área de cría hasta que pasan tres años de su nacimiento. Las parejas de esta especie permanecen juntas de por vida.
Según el libro rojo de aves del Ecuador, la especie está catalogada en estado vulnerable. Además, en el año 2002 por Acuerdo Ministerial, fue declarada como símbolo de la diversidad biológica del país. No obstante, hace 6000 años atrás, aproximadamente ya se conmemoraba su existencia; la cultura Valdivia la representaba en sus cerámicas.
Tueri, nombre con el que fue llamada el águila, atravesó un complejo proceso de recuperación. Cuando fue rescatada tenía nueve perdigones incrustados en su cuerpo y un ala fracturada. En un primer momento permaneció en el Centro de Rescate Ilitío, ubicado en Cotopaxi. Sin embargo, ante la posible erupción del volcán, en abril de este año fue trasladada al Centro de Manejo de Rapaces de Faunaetus y Simbioe en Quito, donde recobró totalmente su movilidad.
La jornada de liberación fue extensa, tras ubicar un punto donde no se haya registrado presencia de otros individuos de la misma especie, se construyó una plataforma a 20 metros del suelo, en un árbol de higuerón ubicado a 100 metros del río Aguarico. Con un sistema de cuerdas se elevó la caja que contenía el ave, para colocarlo de tal manera que pudiera salir sin problemas. Finalmente la puerta se abrió y Tueri voló reconociendo el lugar de donde nunca debió haber salido.
El águila será monitoreada para conocer a detalle su estado y los movimientos del animal, a través de un dispositivo satelital colocado por el Ministerio del Ambiente. Adicionalmente, los guardaparques del área protegida vigilarán el sector donde fue liberada y llevarán registro de sus avistamientos.
Ruth Muñiz, bióloga de Faunaetus, quien acompañó a Tueri en la última fase de su rehabilitación manifestó estar muy emocionada al verla volar en su ambiente natural. “Todos quienes colaboramos para que esta historia tenga un final feliz nos sentimos muy orgullosos, este es el resultado del trabajo y esfuerzo de un muchas personas”, puntualizó.
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Ministerio del Ambiente