Se trata de un caso similar al de la protección de varias especies de tiburones y rayas amenazadas, que la UE estuvo bloqueando durante más de un año antes de ceder en julio de 2012.
La CE ha expresado sus reservas a la modificación de los Anexos del Protocolo SPA del Convenio de Barcelona durante la reunión que concluyó anoche en Atenas y que forma parte de la ronda preparatoria para la próxima reunión de las Partes Contratantes que tendrá lugar en diciembre en Turquía. . Dichas reservas también fueron manifestadas cuando la propuesta fue presentada inicialmente en Rabat en julio de este mismo año y a pesar del acuerdo del resto de las Partes.
"El bloqueo de la Comisión Europea a la mejora de la protección de los corales de profundidad resulta incoherente con sus políticas de conservación, dado que en otros mares europeos estas especies ya son objeto de conservación", señala Ricardo Aguilar, Director de Investigación de Oceana en Europa. "Durante las expediciones de Oceana hemos observado cómo las especies más profundas son objeto de una destrucción que pasa desapercibida y los corales se encuentran si cabe aún más amenazados por vivir fijados al fondo, lo que debería acelerar su protección".
Oceana considera que estas especies son especialmente relevantes para la conservación y funcionamiento de los ecosistemas profundos, hecho avalado por expertos de todo el mundo. Son organismos extremadamente vulnerables que actualmente se encuentran amenazados por diferentes impactos derivados de la actividad humana, entre los que se encuentran las artes de pesca destructiva.
Por otro lado, la protección de los corales de profundidad en el Mediterráneo no afectaría negativamente a ninguna actividad económica, ya que según datos de la FAO nunca ha existido una pesca comercial dirigida a estas especies. En cuanto a su comercio (en especial de corales negros), no es muy significativo en la cuenca mediterránea, debido a que la extracción de materia prima se dificulta por la debilidad de sus esqueletos y porque son colonizados por otros organismos marinos. Por tanto, no resultan rentables para joyería, que es el destino habitual de este tipo de corales.
"Hoy día los instrumentos de protección bajo el Convenio de Barcelona resultan obsoletos para la protección de especies de profundidad, y la UE como Parte Contratante debería ser responsable de su actualización, no solo para mejorar la protección de estas especies sino para seguir la tendencia que existe en otros mares del planeta", afirma Pilar Marín, científica marina y coordinadora del proyecto MedNet en Oceana, y añade: "Además, se estaría facilitando el desarrollo de los instrumentos adecuados para responder a la urgente necesidad de completar una red representativa y coherente de áreas marinas protegidas para el Mediterráneo que incluya zonas profundas".